Parte 1

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58 días, ese día se cumplían 58 desde que Will se había ido.

Faltaba poco para que se cumplieran dos meses desde aquel fatídico día en el que Will Solace y dos campistas más habían partido en una misión destinada a durar un máximo de dos semanas. Recordaba ese día perfectamente...

Habían estado todos cenando en el gran comedor, todos juntos en la mesa de Hades, y es que desde la guerra contra Gea la norma de las mesas había quedado reducida a una sugerencia.

Jason y Piper se encontraban hablando con (el milagrosamente resucitado) Leo, que acariciaba de forma distraída la mano de Calipso, la cual hablaba con Annabeth mientras Percy les lanzaba miradas nerviosas a ambas a la vez que trataba de mantener una conversación con Frank, que había venido de visita desde nueva Roma junto a Hazel y Reyna las cuales murmuraban sonrientes mirando sin ningún descaro al otro lado de la mesa donde Nico y Will comían.

El hijo de Hades estaba a punto de llamarles la atención y puede que de darles una lección de discreción escabulléndose con su novio cuando Rachel Elizabeth Dare apareció en el claro rodeada del ya característico humo verde.

En estos momentos Nico ya no recordaba claramente la profecía, solo sabía que esta dejaba muy claro que quien debía liderar la misión era Will.

Para alivio de todos parecía que la misión consistía en la ya acostumbrada tarea de recuperar algún objeto perdido por un dios.

En menos de una hora estaba todo dispuesto para que Will, junto con un hijo de Ares y una hija de Demeter, partieran nada más despuntar el alba.

Quiron se llevo a los tres campistas mientras el resto de semidioses se disponía a formar los equipos para el tradicional "Atrapa la bandera".

Todos salvo Nico di Angelo que tras despedirse de sus amigos se fue directamente a su cabaña.

Sabía perfectamente que era una misión simple y que Will era más que capaz de llevarla a cabo, pero no podía evitar preocuparse. Había aprendido por las malas que las cosas siempre podían complicarse.

Estaba a punto de meterse en la cama para tratar de dormir y hacer que todos esos nefastos pensamientos dejaran de rondar por cabeza cuando alguien llamó a la puerta.

Estaba seguro de que sería Jason, quejándose por su abandono del captura la bandera; le apetecía muy poco abrir la puerta pero sabía que si no lo hacía el romano encontraría otra forma de entrar y entonces todo se pondría mucho peor.

Así que arrastrando los pies y con cara de fastidio se fue hasta la entrada de la cabaña, pero al abrir la puerta no pudo evitar que su expresión cambiara de enojada a sorprendida, gratamente sorprendida.

Y es que en su umbral se encontraba con su ya característica sonrisa, nada más y nada menos que Will Solace.

-Puedo pasar?

- Claro- contestó apartándose del hueco dejando pasar al rubio y cerrando la puerta a su paso.- Creí que estarías en tu cabaña preparándolo el equipaje, tenía entendido que salías al alba.

- En realidad, es lo que debería estar haciendo. Todos creen que estoy ya durmiendo .Quiron ha dicho que debíamos irnos a la cama.- dijo mientras se acercaba él todavía con la sonrisa en los labios, colocando las manos en sus caderas.

- Y entonces ¿Por qué estás aquí Solace?- preguntó divertido el italiano rodeándole el cuello con los brazos y acercándose un poco más- ¿Haciendo pellas?

- Necesitaba verte antes de irme- añadió acercándose hasta rozar sus labios- además nadie ha especificada a que cama debía ir.

La risa de Nico se perdió en el beso mientras ambos se desplomaban sobre la litera del moreno...

Cuando los primeros rayos del sol entraron en el cuarto las pestañas del Hijo de Apolo revolotearon hasta abrirse lentamente encontrando ante si unos ojos marrones que lo miraban con cariño.

-¿Cuanto llevas despierto?- pregunta el rubio en voz baja depositando un suave beso sobre los labios de su pareja.

- Unas horas- contesta el italiano mientras le acaricia los dorados rizos distraído- No podía dormir.

-Ey, tranquilo- el hijo de Apolo se incorpora para abrazarle- no pasará nada, como mucho un par de arañazos y volveré para molestarte como siempre.

-Lo prometes- preguntá el moreno mientras le abraza más fuerte, sabe que actúa como un niño pequeño pero no puede evitarlo, no soportaría perderle a él también.

- Te lo prometo- dijo besando su cabeza pera luego vestirse y salir por la puerta ofreciéndole una última sonrisa maraca Solace.

Esa fue la última vez que le vio.

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58 días (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora