Parte 6

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Nico se levantó de la cama con la ayuda de Jason, y es que para su desgracia le costaba un poco caminar solo, estaba más cansado de lo que admitiría ante ninguno de sus amigos, sabía que estos le obligarían a descansar y en esos momentos él solo podía pensar en encontrar a cierto hijo de Apolo.

Caminaron por la enfermería hasta encontrarse frente una puerta cerrada en el que los otros sanadores les habían indicado que se encontraba descansando el rubio.

Por un segundo Nico se encontró nervioso, aunque eso fue justo antes de que el romano abriera la puerta del todo dejando ver el interior.

Un cuarto muy parecido en el que él mismo había estado hace unos minutos, techo y paredes blancas, una silla con aspecto de incomoda y una cama con sabanas blancas, la diferencia radicaba en que este cuarto la cama albergaba a un delgado chico rubio y durmiente.

Olvidando sus sentimientos anteriores Nico se precipitó al cuarto ignorando la ayuda que Jason le había estado brindando para caminar y sentándose en un lado de la cama comenzó a examinar cada milímetro del chico que dormía de forma placida entre las mantas mientras le acariciaba con delicadeza.

Notó que estaba más delgado que cuando se había ido ya que sus anteriormente llenas y suaves mejillas ahora estaban hundidas, pudiendo notar Nico los huesos de la cara al acariciarle, su piel lucía un color más enfermizo de lo habitual a pesar de que su sempiterno moreno seguía ahí, solo que más desvaído, sus suaves rizos estaban sucios y apelmazados, cubiertos de tierra sudor y una sustancia oscura demasiado parecida a la sangre.

Jason observaba apoyado en el marco de la puerta la escena que se encontraba ante sus ojos, Nico di Angelo, con mirada dulce y preocupada, acariciaba los sucios rizos de Will Solace como si fueran la cosa más suave y preciosa del mundo, le vio mirarle con verdadero amor y se dio cuenta de que esa escena era demasiado intima para que él se colara en ella, ya iría a arrastrar al chico de vuelta a la cama más tarde, pero en ese momento se merecía un momento a solas con su novio. Con delicadeza Jason cerró la puerta.

Al instante de escuchar el ruido de la puerta al cerrarse noto un movimiento bajo su mano.

Poco a poco, los párpados de Will comenzaron a abrirse ahí estaban, esos ojos que siempre le robaban el aliento, inmensamente azules, inmensamente profundos, mirándole de nuevo como antes de que toda esa locura comenzara.

-Nico...- susurró el rubio con apenas un ronco hilo de voz a la vez que una blanca sonrisa se extendía por su cansado rostro.

-Estas aquí- dijo casi con desesperación pero imitando a la vez el tenue tono de otro chico- Has vuelto...

- Y no pienso volver a moverme de aquí en mucho tiempo.

El hijo de Hades notaba como sus ojos comenzaban a licuarse. Él estaba ahí realmente, no era un sueño ni una ilusión sin sentido, él había vuelto y estaba vivo y de nuevo a su lado.

- Vas a tener que aguantarme durante un montón de tiempo más.- susurró Will con una cansada sonrisa.

-Más te vale que así sea idiota, como vuelvas a hacer algo así- hablaba con un nudo en la garganta- yo te juro por el Estigio que... yo...- no puedes...- no fue capaz de terminar la frase pues Will lo rodeó enseguida y lo estrechó contra su pecho mientras le acariciaba con lentitud la cabeza.

-Tranquilo-le susurró al oído- Estoy aquí no me vas a perder, a mí no...

"A mí no"

Ese chico acababa de entender en unos segundos lo que casi ninguno de sus amigos había logrado captar en dos meses.

Nico había perdido a demasiada gente a lo largo de su vida, yéndose las personas importantes una tras otra, las cosas por fin estaban bien ahora, por fin estaba consiguiendo reponerse y volver a llevar una vida feliz y normal después de dos guerras y un cumulo gigantesco de tristeza y muerte y de pronto, uno de los pilares más importantes que tenía en el mundo se desvanecía de un día para otro y de nuevo, había perdido a alguien amado...

Solo que esta vez no le había perdido, él estaba a su lado de nuevo sonriendo y consolándole a pesar de ser el propio Will el que sufría heridas más graves.

Las lágrimas salían ahora sin control mojando la ropa del rubio que lejos de quejarse solo le estrechaba con más fuerza. Nico sabía que era probable que estuviera haciéndole daño ya que el rubio debía tener moratones por todas partes, pero en ese momento solo podía aferrarse más a él y buscar su reconfortante calor

-Yo también te he echado de menos...

Los minutos pasaron transformándose en horas y cuando Jason volvió justo con Hazel a devolver a Nico a su cuarto, lo que encontraron fue una escena inesperada.

Nico yacía acurrucado entre los brazos de Will mientras este, aun dormido, estrechaba al moreno de forma protectora acercándole firmemente contra su pecho.

Los romanos no fueron capaces de despertarles y es que ¿Qué mejor forma de descansar que junto a la persona a la que amas?

En los días siguientes Nico se despertaba temprano en las mañanas e iba al cuarto de Will en el que permanecía hasta que los hermanos de Will acababan por echarle de la habitación para que ambos durmieran, aunque hay que decir que no siempre lo conseguían pues más de una vez acabaron ambos durmiendo en la cama del rubio sin que nadie pudiera hacer nada.

Cuando le dieron el alta al moreno este iba a ayudar en la enfermería como solía hacerlo antes solo que esta vez lo único que hacía todo el día era quedarse cerca de su chico, y la verdad sea dicha su presencia era necesaria, y es que el rubio era muy bueno como médico pero no había quien le aguantara como enfermo...

-¿Will quieres tomarte esto de una maldita vez?- preguntó Nico comenzando a perder los nervios

-No pienso tomarlo ¿Tu sabes lo mal que sabe eso?- preguntó con cara de indignado

-Sí, tú me obligaste a tomarlo en más de una ocasión

-¿Y qué es eso entonces? ¿Es una especie de venganza cruel verdad?

-¡Deja de comportarte como un niño caprichoso y tomate la estúpida medicina, por Hades¡

-No

-Muy bien, tu lo has querido.

Will iba a seguir discutiendo pero de pronto sintió los labios demandantes del moreno invadir su boca de improviso en un beso intenso y demasiado apasionado como para salir de la nada.

Se separó lentamente soltando poco a poco el labio del rubio aprisionándolo entre sus dientes.

El chico se quedó con la boca abierta ¿Qué había sido eso?...

Justo antes de poder preguntar nada sintió como una cuchara llena de espeso líquido entraba en su garganta.

-Tú estrategia es rastrera- dijo mientras tosía.

- Tu "Ordenes del Doctor" tampoco es que sea muy limpia. Eso es chantaje emocional- soltó triunfante por su movimiento Nico

-¿ Y esto que ha sido?- preguntó Will levantando una ceja.

-Ordenes de tu novio

-Y posterior puñalada trapera

- Y posterior puñalada trapera- dijo sonriendo

-Pues ya puedes compensármelo, porque esto me ha dolido en el corazón usar lo mucho que me gustas para hacerme tragar ese brebaje asqueroso...

-Tranquilo, aún te queda una semana en una habitación individual en la que cierta sombra puede colarse después del toque de queda... seguro que se me ocurre una forma de compensarte- susurro de una forma nada inocente mientras rozaba sus labios antes de separarse de pronto y de forma brusca.

-Tenías razón, esta cosa sabe horrible...

58 días (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora