Verlo era dulce y placentero, pero saborearlo era exquisito.
Eramos como una malteada, nuestras manos remolinaban en nuestros cuerpos, nuestras emociones se mezclaban con las caricias, una pizca de palabras dulces y chispas en formas de risas, Yo er...
Ahi estaba Yoongi, sentado en un de las mesas de la cafetería "Vanilla's" como todos los jueves en la tarde.
Él siempre ha sido un chico cohibido, de pocos amigos y pocas palabras, nunca salía a fiestas y jamás se sintió atraído por alguien, a pesar de su escasa vida social las mujeres siempre terminaban acercándose a él, cosa que agradecía a su buena apariencia.
Sólo tenía dos amigos, Hoseok y Jungkook, ambos eran homosexuales y siempre molestaban a Yoongi llamándolo "gay reprimido" ya que ambos aseguraban que el rubio también gustaba de los chicos pero se negaba a admitirlo.
Siempre respondía cosas como "No es verdad, me gustan las chicas", "Es solo que o ha llegado la indicada", pero más que convencer a sus amigos, parecía que quería convencerse a si mismo... Y así era hasta que lo conoció a él...
Park Jimin, el atractivo chico de labios cereza que trabajaba en "Vanilla's"
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Tiempo atrás...
Min había planeado una salida con Hoseok, quien poco después le llamó para cancelar y pedir disculpas, ya que tenía una cena familiar. Yoongi se sentía solo y enojado, no con su amigo, con él mismo, se odiaba por no tener más amigos o por no tener una vida más interesante, Jungkook había salido de la ciudad con unos viejos amigos así que tampoco podía pasar el día con él... No tenía a dónde ir, pero tampoco quería pasar su fin de semana encerrado en su habitación jugando videojuegos; recordó que hace poco había abierto una cafetería a dos cuadras de su edificio, tal vez podría ir, tomar un café y leer un poco.
Media hora después ya se encontraba en la calle, caminando en dirección a la cafetería, llevaba un abrigo puesto junto con sus guantes, bufanda y un libro en mano, era Diciembre, el invierno apenas nacía.
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Cuando entró al establecimiento el olor a café inundó sus fosas nasales, el calor enrojecio sus mejillas y la musica bossa nova lo relajaba, parecía un lugar agradable. Examinó el lugar hasta encontrar una pequeña mesa sola a lo lejos, se quitó el abrigo y los guantes para tomar asiento y empezar a leer.
-Buenas tardes, Bienvenido a Vanilla's, ¿Desea algo de beber o comer?- Preguntó una voz amable y masculina.
Yoongi levantó su vista del libro para pedir un café americano, pero cuando vio al apuesto chico enmudeció, ¿Era real?, tenía una sonrisa angelical que hacía que sus ojos se perdieran, unos labios muy jugosos y redondos... Como una cereza, su cabello naranjo solo lo hacía más interesante y atrevido.
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