1: Nadie.

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Nadie sabe lo que pasó esa noche, ni siquiera mis mejores amigas están enteradas. Ni siquiera se yo la razón por la cual en medio de una fiesta, me encerré en el baño a llorar. Lo único que se es que estaba muy deprimida y no podía parar de insultarme mentalmente por todo. Insultaba mi físico y mi manera de pensar. Digo, si todos y todas me insultan, ¿por qué no puedo hacerlo yo? Yo me doy cuenta cuando las personas a las que condidero amigas me insultan, pero no puedo hacer nada para cambiar lo que soy. Hasta yo me insultaría si fuese otra persona.

Me deprime no ser como yo quiero. Me deprime que a nadie le importe realmente lo que siento o pienso. No me gusta contarle mis problemas a los demás porque se que no les importa y que luego me van a insultar a mis espaldas por mis problemas.

Odio no ser sociable. Odio ser una rara de mierda.

Odio que ellos cuando ven a una chica no pueden evitar insultarla si no tiene confianza o no es físicamente bonita. Y yo soy todo lo contario a lo que buscan, por eso prefiero no estar con ellos, para ahorrarme la vergüenza y humillación.

~unicornrevolution~

Broken thoughtsWhere stories live. Discover now