Laucy

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19 años más tarde...

Narra Lauren

—Mi amor, despierta dormilona—sentí besos en mi mejilla

—No quiero despertar—dije con la voz algo pesada—mejor acuéstate conmigo y nos quedamos en cama todo el día—me giré y vi a mi novia sentada en la cama, era muy linda y muy cariñosa conmigo. La había conocido en el instituto hace unos años atrás, éramos muy buenas amigas hasta que comenzamos una relación hace casi un año.

—Quisiera mi amor, pero tienes que levantarte, tienes que ir, tienes presentación, iré a prepararte el desayuno. Te quiero abajo en cinco minutos —me besó otra vez en la mejilla y se levanto de la cama.

—Lucía —llame su atención—¿Mi beso de buenos días?—con un poco de mala gana regreso a besarme—mmm.. ¿qué tal si desayuno otra cosa?—cuando ella se agachó la abrace e hice que quedara acostada debajo de mi cuerpo, comencé a besarla bajando por su mandíbula hasta su cuello y levantando lentamente su blusa

—Lau...—intento levantarse pero no se lo permití—tienes...que...modelar...hoy...—Gruñí y seguí tocándola como quise, haciendo que ella comenzará a agitarse, lentamente fui desprendiendo su ropa y comencé a disfrutar de su cuerpo.

—Tendré tiempo para desayunar luego, ahora quiero a mi novia—ella atacó mis labios primero

—llegarás tarde amor—no quise que siguiera hablando porque no quería detenerme ahora, regrese a su boca y luego me acerqué lentamente a su oído

—no importa, esperarán por mi—lamí el lóbulo de su oreja haciendo que Lucy respirara hondo, me encantaba tenerla así, ambas quedábamos totalmente desnudas y disfrutando una de la otra.


—¡¡¡LUCÍA APÚRATE, tengo que irme!!!—grité desde el auto

—no me apures, no es mi culpa—corría acomodándose los botones de su blusa y corriendo con sus zapatos en la mano—no fui yo, la que quizo tener sexo antes de salir, ni siquiera desayunamos—yo reí porque tenía razón

—no es mi culpa que seas tan irresistible, no puedes negar que lo disfrutaste—la bese en los labios

—si no llegas a tiempo será tu culpa—golpeó mi brazo y fingí dolor—no seas llorona Jáuregui y vámonos ya

—tus deseos son ordenes—sentí sus labios en mi mejilla y sonreí. Mi celular comenzó a sonar y pedí a mi novia a que contestara.

—señor Jáuregui—puso en alta voz

—Lucía, cuantas veces, eres la novia de mi hija, dime Michael

—hola papá

—hola hija, ¿lista para tu presentación de hoy?

—si papa, estaré en unos días de regreso en casa

—estoy tan orgulloso de ti pequeña—sonreí

—papa hablamos más tarde, estoy manejando. Te llamo cuando salga del estudio

—claro hija, sé que todo irá excelente. Cuídense mucho, las espero en casa.

Mi padre era un gran hombre y quería mucho a mi novia. Él era capitán de la policía. Ellos dos eran lo más importante de mi vida.

Mi madre había muerto cuando yo era muy pequeña, mi padre nunca quiere hablar sobre ella y lo entiendo, debió haber sido muy difícil para él.

Aunque mi papa me ha dado absolutamente todo y me ayudó a llegar hasta donde estoy ahora, me hacía falta mi madre. Me hubiera gustado haberla tenido más tiempo conmigo o al menos recordar cómo era.

Desde muy pequeña me gusto estar en la industria de la moda y la actuación, mi padre me había conseguido los mejor profesores para que me enseñaran todo lo que sé y esto se había convertido en mi carrera.

Lucía venía a todos mis eventos, incluso me acompañaba a los que eran lejos de casa. Vivíamos en la casa de mi padre, no quizo que viviera lejos de él, pero ambos trabajamos mucho por lo que esa casa pasa vacía la mayor parte del año.

—¿lista?—dijo mi novia dándome un beso

—como siempre amor—me abrazo

—que arrogante Jáuregui—reí

—así me quieres Vives

—Te amo Lauren—sonreí y la bese—no quiero arruinar tu maquillaje, no enamores con tu belleza a nadie que no sea yo

—tranquila soy solo tuya

—tengo que asegurarme. No por nada te nombraron la mujer más sexy del mundo.

—tienes suerte de tenerme—ella rió

—¿solo mía?—asentí—suerte. Te amo—me besó una vez más

Lejos de ti (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora