Hey babe. [Ziam]

Prólogo.

2 años atrás...

Miré por milésima vez al chico detrás de la barra atendiendo los clientes que salían una y otra vez del café.

Y vaya que era hermoso, con esa sonrisa y esos finos labios que incitaban morderlos y... Y mejor pensaba en otra cosa si no quería tener una erección en medio de tanta gente.

Como no sabía su nombre le puse un apodo. Coffee boy*. Sí, no era alguien muy inteligente.

Si pudiera describirlo con una palabra sería perfección, cada parte de él era perfecta. Sonreí mientras hablaba con otro chico que también trabaja con él, antes que su mirada conectara con la mía.

Mierda, me había pillado.

Coffee boy le susurró algo al otro chico, dejando su puesto y dirigiéndose a mí.

-¿Qué haces aquí Zayn?

Oh nada, solo mirándote y pensando en lo bien que se sentiría tenerte gimiendo debajo de mí. Si, no iba decirle eso.

-¿No puedo estar aquí? Es un lugar público y se puede entrar y salir cuando quiera, que yo sepa.

-Sí, se puede, pero es extraño que especialmente tú estés en un lugar como este, y menos sin tu séquito de idiotas llamado amigos. -dijo cruzándose de brazos.

-¿Me conoces?

-Todos te conocen, no eres particularmente no famoso en especial por las carreras ilícitas que haces y porque tu rostro aparece una vez a la semana en las noticias.

-Bueno, no es algo de lo que esté orgulloso.

-¿Entonces por qué lo haces?

-No puedo decírtelo, ni tan siquiera te conozco y no sé tu nombre.

-Liam. Ese es mi nombre.

Al menos dejaría de llamarlo Coffee boy.

-¿Por qué me mirabas?

-¿Qué?

-¿Crees que no me di cuenta de tus miradas nada discretas hacia mí? Ya me ha sucedido antes.

De pronto sentí celos de todo aquel que había mirado a Liam de la misma forma que yo estaba haciendo.

-Haces que las fabulosas tartas de maracuyá se vean ridículas en comparación con tu belleza.

Liam se sonrojó, era fácil ponerlo nervioso.

-Cállate, eso no es cierto.

-Sí, lo es.

-¿Por qué no tomas tu batido? Puede enfriarse.

-Es una bebida fría Liam, no puede hacer eso.

Bufó, sus mejillas tiñéndose de rojo por la rabia. Oh, ahora lo había hecho enojar, genial Zayn.

-Mejor vuelvo al trabajo, estoy perdiendo mi tiempo contigo. -susurró antes de girarse.

-Espera. -capturé su muñeca deteniéndolo. -¿Volveré a verte?

-¿Quieres volver a verme? ¿Para qué?

-No lo sé, por alguna razón me encanta mirarte. -relamí mis labios y sus ojos se desviaron hacia ellos antes de volver a mirarme, cuando lo hizo éstos tenían un extraño brillo-¿Liam?

-Trabajo aquí, estaré todas las tardes.

-Bien, pero luego no te quejes cuando esté aquí cada semana. -exclamé soltándolo.

-¿Te convertirás en mi acosador personal?

-Tú lo has dicho. ¿Y sabes? Es mejor que vuelvas a trabajar.

-¿A dónde vas?

-A continuar con mis carreras ilícitas.

Salí del café con una sonrisa en mi rostro, una idea girando en mi mente. Me detuve solo para saber si Liam seguía ahí, y en efecto, ahí estaba aun mirándome.

La idea en mi mente se hizo más clara. Lograría que Liam se enamorara de mí.

Coffee boy: Chico café.