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Y de esa curiosa forma, el lazo entre Taylor y Chanel empezó a crearse. Hunter lo veía desde lejos, había visto más de una vez como Taylor se enamoraba, la última vez fue de la archiconocida Ashley, esa mujer que solo quería torturar a la pobre Taylor, la cual, por mucho que lo intentase, no podía superar el vacío que ella había dejado, el dolor que ha hecho que ella construía un muro alrededor de su corazón. Hunter lo sabía. Hunter sabía que a Taylor le gustaba Chanel, pero también sabía que Chanel tenía "ese factor" que le hacía volverse loco.

Justamente por esa estúpida razón, Hunter hacía todo lo posible por gastar su tiempo con Chanel, y preferiblemente, le gustaba que Taylor estuviera por el medio, aúnque solo fuese por darle celos.

Y justamente por eso, decidió, una semana después de empezar el curso, cuando Taylor ya era capaz de poder encontrar temas de conversación con Chanel, y cuando la misma consiguió no pensar en su sexualidad al estar con Taylor, obligarla a ir a gastar su hora de la comida, con ellos.

Y por ese motivo, la situación actual era de una nerviosa Taylor sentada en su mesa habitual, con unos pantalones largos de chandal, negros, los que solía usar para bailar y una sudadera gris corta, básicamente, Taylor tenía uno de esos conocidos "días vagos" donde ella solía coger lo primero que encontraba, agregarle la ropa interior y hacerse un moño con las fuerzas que ella pudiese encontrar, y si le daba tiempo, se aplicaba algunas capas de rímel. Pero solo si no le daba demasiado palo. A pesar de sus pintas, Chanel se puso nerviosa al verla, con su cabeza apoyada en sus brazos, los cuales descansaban en la mesa. Por algún motivo tubo la necesidad de empezar a jugar con las mangas de su jersey blanco de punto, el cual caía por encima de sus pantalones anchos del color del cielo, eso sí, rotos, y no precisamente poco. Mientras Hunter la acompañaba desde atras, el cual vio la oportunidad, puso su mano en su espalda y empezó a hablar. Convencido que los nervios de Chanel eran por su presencia.

-TAYLOR. Incorpórate.- Básicamente chilló Hunter mientras le tiraba su chaqueta de cuero negra. Solo para molestarla, y ver como ella se cabreaba, haciendo que Chanel se centrara en él, y Taylor en él y en ella.- Buenos días.- Dijo remobiendole el pelo, con la esperanza de crear celos en Chanel, la cual desaba haberle removido el moño ella.

-Gilipollas... No me toques los huevos.- Dijo antes de levantar la cabeza y encontrarse los ojos azulados de Chanel mirándola fijamente a ella. Riéndose, tapándose la boca y sonrojándose.- Oh, hola Chanel.- Dijo ahora Taylor rascándose la nuca, nerviosamente.

-Buenos días a ti también Taylor.- La nombrada sonrió y se incorporó. Hunter se sentó a su lado, y Chanel delante de ella. Hunter seguía hablándole a Chanel de temas que no importaban demasiado, mientras Taylor miraba a Chanel fijamente, con su mano apoyada en su mejilla, mientras Chanel intentaba ser un poco más hetero, o al menos aparentarlo. Los tres estaban esperando al resto del grupo, el cual nunca tenía prisa en volver.

- Ruuuubiaaaa.- Entró en escena dando la nota como siempre Mike, el otro amigo importante en la vida de Taylor. Era su psicólogo personal, y siempre la llamaba rubia, nunca por su nombre real. Esta vez, iba con sus habituales gastados jeans, y con la chaqueta de ir en moto desabrochada, enseñado su camiseta blanca.

-Diiimeee.- Respondió tirándole la chaqueta de Hunter mientras Chanel reía por como de mona se veía Taylor, sonrojada y juguetona. Chanel se empezó a alarmar cuando se dio cuenta que Hunter le había preguntado algo y ella estaba más preocupada en saber si Taylor iba a deshacerse el moño o no.

-Comiiida.- Dijo Mike alzando la bolsa del Mac Donald's con sus dos hamburguesas con solo queso y sus patatas fritas grandes. Mientras que él, comía los nuggets de pollo y dos paquetes de patatas.

-Daaameee.- Mike le tiró la comida y Chanel empezó a reír.- ¿Qué?- Taylor de una vez por todas se volvió a hacer el moño pero se sacó los cuatro pelos que por mucho que querían no llegaban hasta la goma de pelo, se rascó la nuca y miró fijamente a los ojos claro de Chanel.- Quieres hamburguesa La nombrada asintió y las dos empezaron a comer.

Hunter estaba asombrado, Taylor JAMÁS daba su comida a nadie. Una patata, vale, pero nunca, y repito, NUNCA, una hamburguesa entera. Mike solo se reía mientras acababa con sus nuggets. Sabía que nunca tendría a Taylor por mucho que lo intentase, sabía que la perdió nada más conocerla, pero también sabía que había una parte de él que aún guardaba esperanzas de ser elegido. Pero bien sabía que él sería de las últimas opciones, dado a que ellos dos se consideraban hermanos, y los hermanos solo son eso.

Hunter por otro lado seguía pensando que Taylor se veía adorable, pero Chanel le seguía llamando la atención, podía ser por el pelo descuidado que le caía delicadamente por encima de los hombros, a ambos lados de sus pechos. Podía ser por su forma de hablar, con su voz tan calmada y dulce. Podía ser porque era todo el contrario de él, y todo el contrario de la chica por la cual había estado enamorado tanto tiempo, y podía ser que fuera por sus ganas de cambio.

Sea como sea, Taylor y Chanel estaban sentadas la una al lado de la otra, sin hablar, intercambiando miradas y sonrojos, haciendo que cada mirada hiciera que amas se sintieran avergonzadas, tímidas, curiosas, con ganas de conocerlo todo de esa persona.
Hunter y Mike, los dos sabían que el otro estaba enamorado de Taylor, se sentaron al lado del otro, comentando como lentamente veían como la chica por la cual habían dado tanto en un pasado se enamoraba de una chica la cual todos veían como la pura representación de la chica hetero típica.

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Canción que me gusta en multimedia, perdón por tardar 500 años en subir.

A Taylor Le Gusta ChanelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora