Y un día después de la comida, nuestras ambas protagonistas tomaron caminos distintos acompañadas de diferentes personas.
Centremenos, vamos primero a ver que hace Taylor.
Taylor salió tarde de su clase de Cultura Audiovisual. Al tener que hablar con el profesor, el cual también era su tutor, de sus notas que bajaban en todas sus asignaturas, y ni siquiera ella sabía que le pasaba. Pasaron la hora de clase, mientras sus compañeros iban trabajando en algún trabajo de esa misma asignatura. Discutieron, y Taylor no se marchó hasta haber pedido perdón por su comportamiento.
Una vez salió del edificio intentó calmarse, intentó que nadie notase que estaba cabreada, que nadie notase que estaba al punto entre llorar como para llegar a sufrir una deshidratación o gritar tan fuerte como para no poder hablar en una semana. Taylor rezaba todo lo que una no creíente pudiese, pero no le funcionó de demasiado. Mike la estaba mirando, sentado en el aparcamiento, echando humo por sus labios, mirándola de arriba abajo. No tardó en darse cuenta que Taylor se iba a desmoronar en pocos segundos, así que sin dudarlo dos veces lo dejo todo tirado y la fue a abrazar. Taylor al notar sus brazos alrededor de su cuerpo, y al oler su dichoso desodorante, empezó a llorar. Eso era todo lo que ella necesitaba y no se había dado cuenta hasta ahora. Después de toda la mierda por la que ella inconscientemente estaba pasando, todo lo que necesitaba era un abrazo de alguien que se preocupase por ella.
- Venga, te acompaño al piso.- Mike, le dijo mientras sus dedos jugaban con su pelo, y mientras dejaba que Taylor aspirase su olor que la tranquilizaba.- Va, ya pasó.
Andaron en silencio unos pocos minutos, los suficientes como para lograr la tranquilidad de la nerviosa e ansiosa Taylor. Minutos que sirvieron para que ella se diese cuenta de que sus problemas no eran tan importates.
- Ahora, ¿ Vas a decirme que pasaba ? - Mike habló por primera vez en todo el trayecto, sin querer sonar preocupado, todo y que se moría de ganas por saber lo, ya que no aguantaba más ese silencio.
- No tienes por que preocuparte. Ya sabes como soy. - Taylor contestó, con su mirada fija en el suelo, levantando y subiendo los hombros, intentando demostrar indiferencia, cosa que hacía siempre que intentaba fingir que no pasaba nada y todo estaba perfecto.
- Lo hago igualmente. Ahora, dime.- Mike dijo parando a la misma vez que le cogía sus manos, haciendo que ella se parase y le mirase a los ojos.
- Enserio, no vale la pena.
- Que me la suda, ¡Cuéntamelo joder!- En ese momento Taylor reacciono. De verdad le importaba a Mike, y hacerle esto no era bueno.
- VALE. ¿ Quieres saberlo? - Mike asintió, contento de haber desembocado el río de sentimientos que ahora explotarían.- Estoy estresada, estoy agobiada, y no me encuentro puto bien. Estresada porque el bachillerato me esta matando, no tengo tiempo de nada, y con el trabajo de mierda en las recreativas a penas puedo pagar el puto piso, mis padres no me quieren dentro de casa, eso ya lo sabes. Y ahora... con Chanel... Y yo... ella... ella es...- Taylor estaba tan de los nervios que sus ojos empezaron a cristalizarse, siempre le pasaba cuando se agobiaba, cuando la situación la superaba. Mike le dejó su espacio, pero acabó la frase por ella.
- Hetero. Y te gusta.
- Tanto como me gustaba Ashley.- Mike al escuchar esas palabras soltó un pequeño ruido, ruido el cual Taylor no entendió que transmitía
- Entonces me encargaré de que no te vuelvan a romper el corazón.- Taylor lo abrazó y olvido sus problemas hablando de gilipolleces con él chico especial que la hacia sonreír, sin poderse quitar de la cabeza a Chanel.
Una vez ya sabéis la situación de Taylor, ¿ Quereís leer que esta haciendo ahora mismo nuestra querida Chanel?
Bien, para ello, mejor nos situamos hace una hora, justo cuando la campana del instituto sonaba por primera vez. Dejando a todos los estudiantes libres, dejando que nuestra querida y asustadiza Chanel saliera como alma que lleva el diablo de su clase de literatura. Aunque ella no quiera admitirlo, no le gusta estar en espacios llenos de gente, y menos con gente desconocida, por ese mismo motivo, al pisar el exterior del recinto encargado de estresarla y enseñarla datos que parecen estúpidos, soltó un suspiro de satisfacción.
Le gustaba su nuevo pueblo, alejado de ciudad, sin demasiados coches, sin cosas importantes que hacer, y con su sitio favorito cerca, un bosque con un lago. Aunque no lo pareciera por su habitual estilo, a ella no le gustaba el ambiente consumista de las ciudades, y mucho menos de su ciudad de origen, Nueva York. Por ese mismo motivo, disfrutaba tanto de encontrase en un estado diferente, en la antigua casa de sus abuelos, totalmente redecorada por su excéntrica madre, y su sobreprotector padre. Y lo que le gustaba más de ese pueblo, era el echo de que nadie supiera nada de ella, nadie sabía quien era Chanel Lightwood, nadie sabía nada sobre su adinerada familia, nadie sabía nada sobre su orientación sexual, nadie sabía porque dejo las lujosas calles de Nueva York, nadie sabía que pintaba en ese pequeño pueblo.
Nadie sabía nada, pero Hunter no se salvaba, dado a que su deseo de saber su historia aumentaba con cada movimiento que ella hacia, y por ese mismo motivo, al verla salir tan rápido del instituto, la siguió, le cogió de la mano, hasta que ella alarmada se giró, solo para encontrarse a los ojos del color del café, y el pelo despeinado del chico que se preocupaba por ella.
- ¿Estás bien? - Hunter no dudo un segundo en soltar lo que su mente pensaba, no si ella la miraba con sus ojos claros, grisáceos como el cielo de ese día nublado, que acompañado de su presencia, parecía relucir.
- Sí, pero, ¿Porque? ¿ Pasa alguna cosa? - Chanel, tan inocente como siempre, y sin estar acostumbrada a la atención de las personas, pregunto al chico de ojos marrones, pensando en que en todo el día no había visto a Taylor.
-Oh, em... No lo sé, la verdad, te he visto estresada, y me he preocupado.- Hunter tomó aire mientras observaba a la chica de pelo rubio, el cual hoy estaba recogido en una elegante cola, que dejaba ver su cuello, donde Hunter no podía evitar pero pensar en que quería besarlo, no entendía que le estaba pasando.- Bueno, si estas bien, iré hacia casa. Buenas tardes Chanel.
En ese mismo instante, a Chanel se le encendió la bombilla, ¿que mejor para que la gente no sospechase de que a ella le gustaban las chicas, que tontear con el chico más guapo del instituto? Puede que fuese jugar con el pobre chico, pero, no quería repetir la desastrosa historia del año pasado. Así que le pareció la opción más cuerda del mundo, estar junto al lado del mejor amigo de la chica que le gustaba.
- En realidad, ¿Puedes llevarme a casa? - Con solo esas palabras, Chanel se tragó su orgullo y Hunter pensó que estaba un paso más cerca de los dulces labios de la pequeña rubia.

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A Taylor Le Gusta Chanel
RomanceTaylor es bisexual. Chanel es lesbiana. A Taylor le gusta Chanel. A Chanel le gusta Taylor. Solo hay un problema. Taylor cree que Chanel es hetero, y Chanel cree que Taylor esta fuera de su alcance. "Nunca os enamoreís de una hetero."