Número Desconocido → |YoonMin|

43| N

ㅡ¡Hola, amor! ㅡsaludó animado Yoongi, una vez Jimin abrió la puerta de su casa.

ㅡNi que hubieran mil bocas que alimentar ㅡdijo Jimin, al ver las cinco bolsas que traía consigo Min, quien bufó y se dirigió a la cocina corriendo, ya que las bolsas le pesaban mucho.

ㅡSi no te pido ayuda tu ni caso, ¿no? ㅡdijo Yoon, posando las bolsas en la mesa del comedor.

ㅡPerdón, pensé que no pesaban nada ㅡcontestó Jimin, abriendo una bolsa y abriendo sus ojos de golpe, haciendo reír a Yoongiㅡ. ¡¿Acaso haz comprado toda la tienda?! ㅡgritó sorprendido el de cabello azabache, abriendo todas las bolsas.

ㅡNo, solo quiero rellenarte la heladera, la última vez que estaba aquí lo abrí y no había ni leche putrefacta ㅡdijo, encogiendose de hombros con desinterés.

ㅡ¿Vas de rico o qué? ㅡPark preguntó entre risas, ganándose un bufido departe de Yoon, quien no pudo evitar reír ante lo dichoㅡ. Igualmente, gracias por la compra, Yoongi.

ㅡDe nada ㅡdijo, quitando las cosas de las bolsas, dejándolos en la mesa, mientras mira de reojo a Jimin, ya que este no apartaba su vista de élㅡ. Deja de mirarme así, me incómodas.

ㅡLo siento ㅡdijo Jimin rápidamente, mirando hacia la ventana de al lado, ganándose carcajadas departe de Yoongi.

ㅡBueno, ¿qué quieres comer? ㅡcuestiona Yoongi, mirando la compra que había hecho, para luego, posar su mirada en Jimin, quien se encogió de hombros en forma de no saber.

ㅡNo sabía que sabes cocinar ㅡdijo Park, riéndose por su propio comentarioㅡ. Un chico pervertido y acosador, que encima sabe cocinar..., ¡es el tipo de hombre deseado en todo el mundo! ㅡironizó, ganándose un leve golpe en el brazo.

ㅡ¿Y a ti quién te dijo que voy a cocinar yo? ㅡpreguntó Min, mirando a Park con los brazos cruzados sobre su pecho y las cejas fruncidas de forma graciosa.

ㅡHm... Lo intuí ㅡcontestó Jimin, mirando a Yoongi con súplica, no le gusta meterse en la cocina para hacerse de comer, principalmente para más personas.

ㅡA ver, señor intuidor, cocina, ya ㅡordenó Yoon, alejándose lentamente de la cocina y dirigiéndose a pasos lentos hacia la sala de estar, siendo detenido por el grito de Jimin a su espalda.

ㅡ¡Hyung, escúchame! ㅡpidió en un grito agudo el menor, mientas Min da media vuelta para poder ver de cara a su contrario.

ㅡ¿Qué pasa, amor? ㅡpreguntó, sonriendo de medio lado al ver las rojas mejillas de Jimin.

ㅡ¡No me llames así! ㅡchilló, logrando que Min diera media vuelta para volver su camino hacia el, aparentemente, cómodo sofáㅡ. ¡Hyung, escucha!

ㅡ¡Dime de una vez lo que quieres, maldito negro! ㅡgritó Yoongi con desesperación, quería sentarse en el sofá de inmediatoㅡ. Tengo hambre, ¿vale? Aliméntame ya.

ㅡ¿Y por qué tengo que cocinar yo y no tú? ㅡpreguntó, pasando desapercibido lo que había dicho Min, pero luego se lo echaría en cara, este era momento de discutir sobre la comida, ambos tienen mucha hambre.

ㅡPorque he comprado los ingredientes yo, y encima con mi dinero ㅡcontestó Yoongi, al girarse hacia Jimin nuevamente, quien lo miró confuso.

ㅡY yo estoy poniendo mi cocina ㅡdijo Jimin, cruzándose de brazos en forma de poderío.

ㅡY yo todo el poco dinero que tenía para alimentarte una semana más ㅡdijo Min, haciendo el mismo gesto que Jimin, quien suspiró pesado, rindiendose ante las palabras de su hyung.

ㅡTienes razón ㅡdijo, dirigiéndose hacia las bolsas para poder empezar a cocinar, mientras Yoongi se va con alegría a la sala de estar, tirándose rápidamente en el sofá, agarrando el mando a distancia y encendiendo la televisión, a la espera de la comida.

|...|

ㅡA la mesa solo se llama una vez~ ㅡdijo Jimin cantarín, sorprendiéndose de que Yoongi no diera señales de vida con el hambre que teníaㅡ. ¡Yoongi, a comer!

Dejó los platos encima de la mesa, mientras iba quitándose el delantal color naranja, encontrándose luego a Yoongi completamente sumido en sueños, con la boca entreabierta igual que las pernas, que estaba una encima de la cabecera del sofá y el otro en la mesita de centro.

ㅡ¡Yoongi! ㅡgritó Jimin, intentando inútilmente despertar a su mayorㅡ. ¡Va, despierta!

Después de unos minutos pensando cómo despertar a Min, éste se quedó mirando la perfecta imagen del blanquecino, se veía tan pacífico... Se acercó a él lentamente, se sentó en el borde del sofá con cuidado de no despertarlo, cosa que seguro no pasaría, y sin darse cuenta empezó a acariciar una de las mejillas de su mayor con cautela.

ㅡTan tierno... ㅡsusurró para sí mismo, sin evitar sonreír al ver la sonrisa que se asomó en los labios ajenos, mientras seguía sumido en sueñosㅡ. ¿Qué estarás soñando? ㅡpreguntó, para luego, plantar un casto beso en los labios que tanto deseaba de su mayor.

ㅡYa sabía que sientes algo por mí ㅡy Jimin le pegó una bofetada en la cara por auto reflejo, le había dado un susto de muerte.

[To be continued...]