Dos semanas después:
Feliz. Con esa emoción Jimin junto con Yoongi iban de una atracción a otra del gran parque de atracciones que se montó en el centro de Seúl.
Ambos, con las manos agarradas, iban con una gran sonrisa a la enorme noria, que debido al anochecer repentino, las luces de ésta ilumina con grandeza a nuestros enamorados, quienes ya pagaron el billete para subir, y antes de que la noria pare su trabajo y bajen los que ahora están dentro, aprovechan para dar una última vuelta por el parque.
—Hyung —el de -ahora- cabellos grises, –al igual que Yoongi, cosas de pareja dicen sus amigos–, llama con emoción a su novio, quien asiente para que continuara—, cómprame un algodón de azúcar.
—Eso es demasiado azúcar, Jimin —murmura el mayor, con desagrado—. Eso no te lo acabas tú solo ni en un millón de años.
—Lo comerás conmigo —dice el menor. Realmente le apetece algo dulce.
—Sabes que lo dulce no es mi fuerte —dice el mayor, mirando con lástima a su novio—. Lo siento.
—¡Hyung! —chilla el pequeño, quitando el agarre de su mano de la de su hyung para apretar su debilucho brazo—. ¡Porfitas!
—Noitas —murmura Yoongi, riéndo internamente del puchero de su novio—. Te odio. Vamos a comprar el maldito algodón de azúcar.
—¡Sí! —grita feliz, dando un pequeño brinco—. Sabía que mi puchero anti-malhumor funcionaría.
—Como tú digas —ríe levemente.
Ambos se dirigen al puesto en donde hacen los algodones de color rosa chicle y esperan pacientes en la fila formada por tan solo dos personas.
—¿Noticias de JungKook? —se atreve en preguntar Jimin. Yoongi mira de reojo la cara de perversión que había puesto su novio, luego, ríe.
—Sí. Tae me había dicho que está de novio con Mark —responde, sonriendo con nostalgia—. Desde la cita que no lo veo, a veces extraño a ese mocoso.
—Ah... —Jimin por un momento se sintió celoso, cosa que Yoongi notó, asi que lo abrazó con ganas y besó su frente con cariño.
Park se sonroja, sonríe tímidamente y avergonzado se acerca al puesto, en donde la señora que atiene allí los mira con cariño. Les toca pedir.
—¿Algodón de azúcar? —pregunta, sonriendo amable.
—Sí, por favor —contesta Yoongi, notando el aprecio de la mujer hacia sus acciones.
Min agarra la mano de Jimin y lo mira con encanto, sonriéndole.
—¿Y qué hay de nuevo con TaeHyung? —pregunta Jimin, recordándolo al oír su nombre.
—Nada, que él está de novio con el bailarín ese —responde Min, mirando a su novio divertido, ya que éste hizo una expresión confusa.
—¿Qué bailarín? —pregunta, mientras su novio le toca la nariz con ternura.
—Se llama Hoseok, es un buen chico, Tae me obligó a conocerlo porque, después de todo somos mejores amigos —dice, para luego, mirar con seriedad a Jimin—. Me encanta estar así contigo —le susurra, audible para las dos personas que allí están.
—A mí también —dice, Jimin sonrojado, para luego, besar los apetecibles labios de su novio, quien corresponde gustoso.
—Aquí tienen sus pedidos, chicos —dice una amigable mujer, estirando su brazo con algodón de azúcar hacia ambos. Jimin, con una enorme sonrisa en sus labios, agarra el algodón y deja a su novio pagar; para luego, ir con él en dirección de la colorida y luminosa noria después de agradecer a la mujer por su atención.
—¿Quieres un poco? —ofrece Jimin, con un pedazo del dulce rosa en su mano, acercándolo a los labios ajenos quien abrió la boca dando paso al dulce, masticando después al tenerlo dentro—. Te gusta. Lo sé.
La noria paró su función y la gente salió de él con sonrisas e ilusión, más aún los turistas, al ver todo Seúl desde ahí arriba, después de todo, Seúl es aún más hermosa de noche cuando la miras desde tan alto.
Ambos chicos decidieron esperar a la próxima parada de la atracción, para poder disfrutar mejor el algodón de azúcar.
***
Unos minutos después, ambos acabaron juntos con el dulce, para luego, subir rápidamente a la noria con entusiasmo.
La fabulosa y grande noria rueda con lentitud, con los novios y más gente en cada cabina.
Jimin, agarra el brazo de su novio y lo posa en su espalda, en forma de abrazo, mientras recuesta su cabeza en el pecho de su amante, quien sonríe abiertamente ante tal acto.
—Te amo, Jimin —murmura Min, besando después los labios de su novio, con las vistas del luminoso Seúl a sus espaldas.
—También te amo, YoonGi.
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Número Desconocido → |YoonMin|
FanfictionQuién diría que unos simples e inútiles mensajes te traumaría por el resto de tu vida, pero a la vez, hiciera que tu entrepierna se despierte cada vez que leas un mensaje de éste. ✏ Cr de portada: @Angeladison7 💕 ✍ Queda rigurosamente prohibida: co...