12.

40 2 0
                                    

*Narra Cam*

-Sé que me dijiste que no hablara pero...- digo mientras lo abrazo - yo no puedo gustarte.

-Camille, no puedes decirme si puedo gustar de ti o no, eso no lo decides tú, simplemente me gustas, y no hay razón en el mundo para no hacerlo.

-Pero, ¿Por qué? eso quiero saber.

-No lo sé, mujer, me gustas ya está, sé muy bien lo decepcionante que es que le gustes a un chico como yo, pero es lo que hay, solo me gustas no me puedo justificar al respecto.

-Cometes el error de enamorarte de una chica sin corazón - digo mientras bajo la mirada.

- Créeme no cometo ningún error, y si lo fuera, seria el mejor error de mi vida. 

-No digas algo como eso, no lo merece...- me sonrojo.

-¿Sabes qué no merezco? verte sonrojada y no poder besarte porque tienes la mirada siempre baja - lo miro a los ojos mientras siento mis mejillas arder - ¿ves? es mucho mejor.

Acerca sus labios a los míos y me besa suavemente, me gusta tanto como lo hace, pero no estoy segura de sentir un sentimiento más que amistad hacia él, no quiero equivocarme.

No diría que nuestros labios encajan perfectamente cuando nos besamos, diría que es la combinación más imperfecta que conozca, podrías escribir un libro con tantas diferencias que seria más largo que leer una saga de Sara Lark.

Pero ahí estábamos, besándonos, un par de chicos tan imperfectos, diferentes, tan... perfectamente imperfectos.

*** 

Nico se ha ido a casa pero yo no puedo parar de pensar en lo que sucedió, yo no le puedo gustar, no yo.

- Cariño, ¿En qué piensas? 

-Nada Janet, y no me llames "cariño" - simulo hacer comillas con las manos - no hagas como si de verdad te importara en lo que pensara.

-Cam, eres mi hija y aunque a veces seas grosera siempre voy a quererte.

Ella para de teclear en su ordenador y se levanta para abrazarme, claramente yo no le devuelvo el abrazo y ella vuelve a su lugar.

La verdad no me gusta ser hipócrita con Janet, no voy a fingir que realmente sentí su amor maternal desde que... eso pasó.

Mis mejillas enrojecen al recordar ese día, siento ese nudo en la garganta de querer llorar, debo alejar ese pensamiento de mi cabeza.

-¿Estás bien hija? - pregunta con "preocupación".

-S-si, voy a salir un rato, ¿Vale?

Sin esperar a su respuesta abro la puerta principal y salgo, cierro la puerta tras de mi y suspiro, no me interesa saber si está de acuerdo en que salga a esta hora de la noche.

Busco con la mirada mi skate y voy por ella, voy a dar un "corto paseo",  son las 11 pm así que no hay problema en que ande por la calle en ella.

La verdad no sé a donde se supone que voy, solo quiero ir a pensar en todo y tal vez hablar con ella, charlar tal vez me ayude a despejarme, aunque no debo hablarle... ¿Cuál seria el mayor problema con todo lo que está pasando?

Diario De Una EsquizofrénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora