8.

77 3 0
                                    

*Narra Cam*

Me baño en la ducha de este jodido hospital mientras intento calmar mis nervios, casi hago que Nico se de cuenta de TODO, él no puede saber nada, si llega a enterarse seguro me abandonara como todos.

Intento olvidar eso y relajarme con el agua que cae sobre mis hombros, tengo que relajarme, tengo que parecer lo más normal posible, no puedo dejar que todo vuelva a caer. 

Cuando salgo me seco y pongo la ropa que mi madre me trajo, por lo menos esta ves no se le olvidaron los pantalones, si así es , mi madre se la pasa tan ocupada trabajando que la ultima vez que estuve por aquí no me trajo pantalones, suerte que era una me mis camisetas largas, parecía puta de esquina pero pude salir sin que nadie notara que iba con solo una camisa.

Salgo del cuarto de baño y veo a Nico sentado en él sofá donde se ha quedado estas noches, lo veo bastante preocupado pero en cuanto me ve solo quita esa cara y me da un abrazo, raro...

-Vale, ¿me dirás por que andas tan rarito y gay?- comento con mi gran sarcasmo.

-No, no es nada, así soy yo- dice alzando los hombros

Abro los ojos -¡¿Eres gay?!-

-N-no, me refería a que soy bien raro, ni que fuera Logan- ríe nervioso, espera ¿que?

-Hombre calma a tu tren, ¿que acabas de decir?- abro los ojos mas de lo que ya tenia.

-Ah, lo olvidaba él bueno de Logan es gay, y creo que no te debía contar sin su consentimiento ¿ups?-

Suelto una risa nerviosa pero a la vez alegre -Oye pues al final si tengo él amigo gay que tanto buscaba- solo espero que este no me abandone como... él.

-Pues si, Cam ¿por que todas las chicas quieren un amigo gay?-

-Pues, si te digo la verdad no se porque las demás quieran uno, pero por otro lado, yo quiero un amigo gay porque primero me llevo más con lo chicos por obvias razones y dos -le pongo dos dedos en la cara -un chico gay me entiende él doble- la verdad no lo había pensado, gracias Nicolás ahora tengo otra duda en mi cabeza.

-Claro...- dice como si lo que había dicho fuera totalmente obvio -ahora ¿te parece si nos vamos?

-¡Claro!

Salimos y ya que soy mayor de 13 firmo mi dada de alta, como es muy tarde ya para ir al instituto vamos a un centro comercial cercano en el coche de Nico que por cierto es un muy hermoso Porsche, en él camino solo se escucha una canción de TheWeekend, no se cual es pero esta buena.

-Y mi querido compañero ¿que planes tienes para hacer en un aburrido centro comercial?- digo golpeándolo suavemente con el codo.

-Pues la verdad no lo se mi linda compañera- hace que me sonroje <<de nuevo...>>  -pero hay una cafetería por aquí, creo que deberías desayunar- asiento a lo que dice y caminamos hacia el lugar.

Cuando llegamos nos buscamos una mesa y una chica mas platica que vaso de niño pequeño nos atiende.

-¿Que quieren?- si ya  me molestaba, su voz chillona estaba peor.

-Yo quiero un café late, gracias- pidió Nico y anoto, fijo su mirada en mi como diciendo,"¿que quieres pequeña zorra? ¿Te apuras que me pesan los kilos de químicos que tengo en él pecho y culo y todo mi cuerpo?". Bueno igual no, pero con su mirada de Barbie  es lo que entendí.

-Gracias yo quiero una malteada.

-¿De que?

-De helado- dije sarcástica.

-¿De que sabor?- pregunta fastidiada.

-De chocolate- le sonreí.

-¿Negro, blanco o negro de chispas blancas?- dijo aun fastidiada.

-La tercera opción suena bien- dije con ahora una mirada seria.

La tipa esta iba a abrir su boca de puta, pero Nico la interrumpió y solo le dijo "gracias señorita" y ella le guiño él ojo y se fue.

-Este, Nico, a la próxima si una perra se quiere meter conmigo yo sola puedo decirle lo puta que es de una forma discreta- hago una mueca.

-Si lo siento Cam, olvidaba lo fabulosa que eres- ríe él.

-Solo tienes envidia de lo fabulosa que soy- dije divertida y muy creída. 

En ese momento Nico puso una cara un poco mas seria y se acerco a mi.

-De tener envidia la tengo pero no de ti, solo del chico que tenga la suerte de tenerte- tras decir eso solo me puse roja y a la vez un poco molesta.

-Vale chicos su pedido- dice otra de las chicas que atiende él lugar pero ella no era plástica como otras aquí.

-Muchas gracias- dijimos al unisono -oye dile a tu compañera esa- dije señalando a la Barbie -que no se acerque tanto a la cocina que él plástico se derrite- termine por agregar, a lo que ella nos guiña el ojo y sonríe.

Gracias a la chica que nos trajo las bebidas pude evadir lo que dijo Nico, pero la sangre acumulada en mis mejillas aun no se iba. Después de un largo silencio incomodo ambos tomamos nuestro ultimo trago, pagamos y nos fuimos del lugar.

-Cam, oye si no estoy mal te he dicho algo antes-

Diario De Una EsquizofrénicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora