Estaba consciente, aun con el alcohol haciendo de las suyas en su cuerpo, era consiente de todo lo que ocurría, pero de ahí a controlar su boca o sus acciones, no podía decir nada en absoluto, estas actuaban bajo otros efectos. Era de saberse, aun mas por un vampiro como él, que el alcohol tenía sus efectos incluso en una copa de vino, para su mala suerte habían sido dos copas y media las que había bebido, estaba acostumbrado a beber, las copas no hacían efecto sino hasta la tercera, era probable que el pequeño estrés que tenía lo llevara a tener rápidos efectos, aunque no había considerado la escena de la madrugada. Estuvo a punto de matar a Yunho, aun tenía en su organismo la sangre ajena, el sabor en sus labios, imposible quitar ese dulce sabor de ellos, había sido una de las mejores sangres que había probado. Quizás la mejor.
La sangre de Yunho era tan llamativa para él, esa exquisitez no solo podía significar el dulzor de un buen tipo de sangre, ni menos de un hombre saludable con buena circulación sanguínea, más bien recordaba enseñanzas del pasado que creía inciertas, seguía pensando lo mismo, una simple causalidad no cambiaría lo que pensaba, no podía cambiar, todo era una coincidencia. Existía aquella forma en la que el vampiro se enamoraba perdidamente de un portador sanguíneo. Como los lycanes se imprimen en un humano o una criatura, de aquella forma en la que protegen perdidamente a la persona, así ocurría con los vampiros, una especie de amor. No lo creía cierto, principalmente porque de enamorarse de la sangre, simplemente terminaría bebiéndola por completo y acabando con la vida del portador, pero inútilmente sus razonamientos fueron errados en el caso de Yunho, puesto que se detuvo por voluntad propia para dejarlo con vida. No tenía lógica.
La única razón que tenía para perderse bebiendo, era la noticia entregada por sus elegidos, una nueva elección debía realizarse para poner en batalla a aquellos humanos, disfrutar del espectáculo y hacer elecciones convenientes a la raza correspondiente de sus habilidades. No debería afectarle una noticia como esa, siempre que la recibía ignoraba todo a su alrededor, solo asistía a la batalla para sentir el aroma a la sangre derramada, que para un vampiro era un gran desperdicio, pero para él era diversión verlos desgarrarse los cuerpos unos a otros. Una especie de juegos del hambre, solo para transformarlos en criaturas. Comúnmente la misma noche se realizaba la transformación, la mayoría terminaba al borde de la muerte y le evitaban el matarlos, lamentable, pues matarlos cruelmente era la parte divertida de una transformación.
Yunho era uno de aquellos en la lista para la batalla, un elegido que iba por el puesto de un Lycan, al mismo tiempo el líder demonio lo inscribió al puesto de su clan, ¿Qué le quedaba?, no podía ingresarlo a su clan simplemente porque... ¿Por qué?... Podría ser que no quería verlo en otro lugar, pero no sabía expresar lo que sentía, solo eran emociones apoderadas de su cuerpo y las había tomado de tal forma, simplemente no quería involucrar a Yunho en su mundo.
El moreno no tenía ningún indicio de tener una alma oscura para un vampiro, su cuerpo inclusive era diferente a los estereotipos vampíricos, sería un desperdicio de musculatura si lo elegía como un vampiro. Esos músculos sin duda harían de él un gran animal como un lycan, tanto como un buen poseedor de los cuernos de un diablo y un elemento que probablemente sería el derivado de la tierra. No tenía futuro como vampiro, más que tenerlo como un esclavo, tampoco quería decir que sería un inútil, pero no desarrollaría al cien por ciento lo que su cuerpo humano permitía. Además, MinAh vería lo mismo que él en el moreno, no tenía por donde ganar una disputa que llevaría como ventaja Taec o Joon. Sería un gasto innecesario de saliva.
Por un momento había sentido cierto alivio como desesperación al saber que Yunho perdió la memoria por sus movimientos exaltados, ¿Cómo debía reaccionar a ese beso?, no era la acción la desagradable, sino que el revoltijo que tenía en su cuerpo de un sinfín de sensaciones, comenzando por su corazón con un palpitar que ningún vampiro debía tener, el órgano no podía latir de esa forma, quizás era su imaginación, pero este pedía a gritos salir de su pecho como una liberación de todo lo que sentía.
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¿Hero?
FantasyBlack Rose es una academia ubicada a los lejos de la ciudad de Seoul, oculta en el bosque de tal forma que ningún humano pueda ingresar a menos que este fuera citado por su directora. Una academia que parece ser normal hasta el momento que las pared...