Higurashi

Capítulo 3 - Preguntas

Llegó la hora de la comida y todos se apresuraron al comedor después de una dura mañana de trabajo. Higurashi tomó una bandeja, se sirvió y enseguida buscó a Sachi entre todo el movimiento. Estaba en la misma mesa y parecía esperar con ánimo a alguien. Higurashi se sentó:
-Hola otra vez, Sachi.
Ella lo miró fijamente:
-Dijiste...que tu nombre es Higurashi Jeim??
-Si, así es.
Contestó extrañado.
-Es un poco largo no crees?
-U-un poco.
Sachi rió y canturreó:
-Te diré James.
-Suena genial!
Dijo Higu...James, sonriendo y mientras comían platicaron un rato, hasta que salió el tema:
-Oye, Sachi, porque estabas tan triste en la mañana?
-Oh...bueno, creo que...extraño a mis padres.
-Lo siento mucho...ojalá pudiera entenderte. Yo no los recuerdo.
-Lo sé...me lo dijiste hace un rato.
Rió un poco.
-No estés triste, los verás pronto y mientras tanto...yo te acompañaré.
James sonrío pero mantuvo su vista en la comida, al voltear, vio a una Sachi completamente sonrojada que sonreía mientras contenía las lágrimas.
-Gracias James.

Llegó la hora de dormir y todos se preparaban en sus barracas tranquilamente, aunque, Thach seguía fascinando a los otros niños con las heroicas hazañas de su padre.
James tenía muchas cosas en mente...¿Quien recibiría el dinero de su estancia en la milicia?...¿Quienes eran sus padres?...¿Por qué no los recordaba?...lo único que sabía era que tenía 11 años y debía sobrevivir en la base militar.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una molesta voz:
-Higurashi...el preferido de el general.
-Hola...Thach.
James se puso de pie y chocó miradas con Thach hasta que lo único que pudo escuchar fue un golpe en seco y un corto pero doloroso auch. Todos se veían sorprendidos pero el no entendía porque. Al analizar se dio cuenta que la mano derecha de Thach se hinchaba y que el se había recorrido un paso a la derecha.
-LO ESQUIVÓ!!
Exclamó un chico emocionado desde su cama rompiendo el silencio. Thach tomó su mano y con lágrimas en los ojos regresó a su cama. Todo fue muy extraño y solo hizo que más preguntas surgieran en la mente de James: ¿Porque no sentía miedo?...¿Porque podía defenderse?...¿Porque lo odiaba Thach?

Así pasaron los días, siempre con entrenamiento militar por las mañanas y las tardes. Y pláticas divertidas a la hora de el desayuno, comida y cena. Pero 4 meses después de el ingreso, una mañana, las bocinas sonaron, anunciando que todos lo cadetes tendrían el día libre por la celebración de el aniversario de la victoria ante Shinguku. James se despertó temprano ese día y se encaminó a ver a Sachi fuera de sus barracas. Ella salió apresuradamente y al ver a James se detuvo un poco.
-Hola James!! Debo irme! Mis padres vendrán a verme!
Y salió corriendo hacia la puerta de la base.
Todos convivían con sus padres, pero, James estaba solo...