Capitulo 4 - Balas y dianas

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La base militar estaba inundada de adultos. James jamás había visto tantos en un solo lugar, pero no podía apartar la vista de la familia de Sachi. Se veían felices juntos y con ello, el se desanimó un poco, así que prefirió ir a perder el tiempo en sus barracas. Mientras caminaba, pudo ver al general. A diferencia de los demás, el vestía su uniforme y no parecía estar descansando. James se acercó y justo antes de llegar, el general giró su cabeza hacia el.
-Soldado Jeim, no quiero sonar grosero en un día como este pero, lo estaba esperando.
-Que necesita general?
El general sonrió levemente.
-Sigame soldado.
Se encaminaron hacia un pequeño cuarto de concreto, o por lo menos eso parecía por fuera, pues al entrar habían unas escaleras dirigidas hacia algo que parecía un sótano. De allí provenían fuertes sonidos que ensordecían a James. Bajaron un poco más y al fin lo pudo ver. Era una Galería de Tiro! Y los ruidos eran disparos!
El general aproximó a James a un espacio de practica vacío y le pidió con señas permanecer ahí.
Fue hacia una caja de metal que estaba dentro de otro pequeño cuarto que parecía guardar herramientas, y sacó algunas cosas, las tomó y se las dio. Eran unas orejeras, un paquete de cartuchos y una pistola pequeña conocida como Cobaltus IV que extrañamente James reconoció con solo verla, pero no le dio importancia, en su lugar, tomó las orejeras, se las puso e inmediatamente se puso en posición de disparar observando la diana, que tenía forma de persona, como si fuera su peor enemigo. Todos los demás soldados que ya no estaban disparando lo miraban con sorpresa, pues, ellos parecían ser ya adultos y ver a un cadete menor entre ellos no era algo común. De un segundo a otro, el disparo de la Cobaltus resonó en la habitación y una bala salió proyectada impactando perfectamente con el centro de la diana, dejando boquiabiertos a todos incluyendo al general quien pidió a James que repitiera el tiro. Así lo hizo, pero esta ves no apuntó al centro, el disparo se escuchó y la bala impactó en la cabeza de la diana dejando a todos aún mas sorprendidos pues la diana estaba a 10 metros de distancia y con una Cobaltus, los tiros certeros eran casi imposibles...para James era sencillo.
  Llegó la hora de la cena y James, después de muchas horas de disparar balas de salva, salió alegremente de la galería de tiro. Una vez fuera se acercó al general, el cual se veía pensativo y observaba el sol en el horizonte.
-Señor...porque me trajo a la galería?
El general no volteó a ver a James pero habló:
-Allí es a donde vamos todos los que no tenemos familia.
Se quitó el gorro militar, cerró los ojos, miró abajo y comenzó a jugar con su un tanto largo cabello. James sintió algo se tristeza y le preguntó al distraído general:
-Usted....tiene?
-No...desde hace mucho tiempo.
Dijo él sin dejar de jugar.
-Qu-que sucedió?
El general se colocó el gorro de nuevo y regresó su vista hacia el horizonte.
-Murieron en un accidente aéreo...el sistema de defensa de New Shinguku confundió su avión con un bombardero...lo derribó.
Su cara expresaba total seriedad mientras el sol desaparecía poco a poco detrás de el monte Gushi.
-Vaya a cenar soldado...lo necesita. Dijo apresuradamente y así James, algo triste, se encaminó hacia el comedor.

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