♥ Capítulo III ♥

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Después de mi clase, el viejo profesor me dijo que no volviera a llegar tarde como por séptima vez.

Creo que no le caigo bien al calvito...

Ahora me encontraba caminando con Sky por el pasillo, yendo a la cafetería.

Tenía tanta hambre que me podría comer una vaca entera.

-Y ésta, es la cafetería –dice mi amiga abriendo las puertas.

De hecho, era muy linda. Una sala con las paredes de color pastel, piso de madera y unas mesas que cabrían 50 personas.

Aunque claro, nada es mejor que El gran comedor de Hogwarts.

Dejé de observar la decoración para clavar mi vista en la preciosidad que tenía delante. En la otra punta del salón, yacía una gran mesada con varios metros de largo, repleta de comida. Todo lo que podías imaginar estaba ahí: carne; pollo; papas fritas; hamburguesas y todo tipo de ensaladas.

Y después, estaba la parte de los postres: torta; chocolate; muffins, helado y demás.

Esto, definitivamente, era el paraíso.

Concéntrate Ally, se te caen las babas.

(...)

Luego de servirme una hamburguesa, papas fritas, un vaso de jugo y dos muffins, decido ir a sentarme con mis amigas.

Antes de venir acá había presentado a Ash y Sky, y por lo visto, se habían hecho buenas amigas.

Me pongo a inspeccionar la sala en busca de las chicas y las localizo en la otra punta del salón. Están sentadas en la mesa de la esquina izquierda hablando animadamente.

Me dispongo a ir allá, y cuando avanzo dos pasos, algo duro me lo impide.

¡Ay! Estúpida pared de mie... espera, ¿las paredes gruñen?

Oh, oh.

Levanto la vista aterrada con lo que me pueda encontrar y frente a mí, yace un chico condenadamente sexy que, por lo visto, quiere cometer homicidio en este mismo instante.

Toda. Pero cuando digo toda, es TODA su remera blanca está manchada de aceite y chocolate.

Tranquilízate loca, no te puede matar, está lleno de testigos.

Cierto, ¿pero quién dice que no lo pueda hacer después?

Bueno...

Por lo menos moriré en los musculosos brazos de un chico muy atractivo.

Sí, qué lindo. No imagino cómo será que unos fuertes brazos te ahorquen dejándote sin aire para morir lenta y dolorosamente.

Ya calla, idiota.

Absolutamente todo el lugar se quedó en un inmenso silencio, presenciando la escena.

¿¡Qué acaso nadie tenía nada más importante que hacer!?

Ya venía venir el próximo chisme: "Rarita tira toda su comida en la remera de un musculoso y sexy chico".

Lo que me faltaba...

Un ruido me saca de las nubes, o más bien, una frase:

-Oh, te metiste con la persona equivocada, nena –murmura alguien en mi oído, dejándome helada.

(...)

-¡Fue un accidente, se los juro! –expreso frustrada por enésima vez.

Sky y Ash estaban frente a mí mirándome atentamente.

-¿Así que no viste a un Dios griego de metro noventa, gigante y sexy frente a ti? –pregunta Sky divertida, alzando una ceja.

Mi amiga me venía discutiendo desde hace media hora. En cambio, Ash sólo me observa con ojos apenados, como si ya tuviera mi sentencia de muerte declarada.

Estaba enojada, muy enojada porque ¡vamos! ¿Quién te amenaza por el simple hecho de derramar comida en su remera! Fue un accidente...

Es que eres tan idiota que siempre estás en las nubes y no te das cuenta lo que pasa a tu alrededor.

-Sobre eso... ¿quién era el chico? –digo con curiosidad.

Mis amigas se miraron entre sí, dudando si decirme o no. Al final, optan por hablar.

-Él es Aiden Collins –dice Ash.

-El líder de la fraternidad Bad Boys –murmura Sky.

NO-PUEDE-SER.

Yacía en mi cama, boca abajo y con la cara enterrada en mi almohada mientras murmuraba insultos a ese Adonis.

Ahora mismo podría revolear algo y es mejor que nadie esté cerca cuando eso pase.

Allison Hoffman enojada no es algo lindo de ver, créanme.

-¡Tengo una brillante idea! –grita Ash, haciendo que la miremos con curiosidad -¡Vayamos a hacernos un tattoo!

Sky y yo nos miramos, después la observamos a Ash, nos volvimos a mirar y así sucesivamente un par de veces.

-Sí, ¿por qué no? –dice Sky.

No podía ser tan malo, ¿verdad?

Después de todo, siempre tuve ganas de tener uno.

<<Flashback>>

-Eso te enseñará a no meterte en más problemas, estúpida niña malcriada.

Regresé corriendo a mi cuarto mientras sentía cómo mi vista se nublaba y las saladas lágrimas eran derramadas una tras otra por todo mi rostro.

Esta sería definitivamente una difícil marca de ocultar.

<<Fin de Flashback>>

Bad Boys vs. Bad GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora