6. Memorias de un "Amigo" Imaginario

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(King)

Aparque la moto en el garaje. Esperé a que bajara Travis lo cual lo hizo temblando y con extrema lentitud. Me está colmando la paciencia.
Cuando por fin bajo lo hice yo quitándome el molestó cabello de la cara.

Siempre odie su color y lo largo que lo lleva.

Sumido en mis pensamientos camine hacía la puerta sacando las llaves, estuvimos un rato ahí parados hasta que di con la correcta.
Entre seguido de él, esperé a que pasará para cerrar la.

Le pille desprevenido y le cargue en brazos para llevarlo a mi cuarto, se sorprendió y empezó a quejarse y patalear de nuevo.
Ya en el cuarto lo dejé cuidadosamente en mi cama y fui a por el botiquín.

- ¿Te lastimó mucho?- Cuestione un tanto preocupado. Se limitó a negar con la cabeza. Tome la pomada, me agaché en el suelo y la unte en su cuello que se había tornado morado por el brusco agarre de ese imbécil, se sobresalto.
De sólo pensar en ello de nuevo me tense. Travis lo noto y apartó con timidez mi mano de su cuello.

- Estoy bien.- Tomo un algodón y un envase con agua oxigenada, hecho poco en la gasa y la acerco con su mano temblorosa a la herida aún abierta de mi labio. Al roce del agua oxigenada con mi herida me provocó un ardo haciendo me quejara.

- Lo siento.- Se detuvo por un momento para comprobar mi expresión, siguió con lo que hacía.

Observé su rostro mientras curaba mi herida. Parecía de porcelana, era tan blanca y suave hacia que resaltará sus enormes ojos celestes. Observé cada detalle, cada rasgo, cada rincón de su pequeño y precioso rostro.
Del mismo rostro que he ansiado por ver desde hace 14 años.
Del que he estado enamorado en cuanto le vi en aquel jardín.
Por fin le había encontrado...

Como suaves murmullos en el oído, el viento movía sus ropas, cabello y sombrilla. Esta lloviendo. A lo lejos donde los cielo se desangran en la tierra. Como si el cielo acompañara sus penas.
Estaba parado enfrente de la tumba de su padre, casi no podía ver por la lluvia y sus lágrimas que se juntaban cada que caían al mundo terrenal.
No se encontraba nadie a su lado. Estaba solo.

-"No... Espera, te tengo a ti. A ti que solo existes en mi cabeza."- escuché sus pensamientos.

- Siempre estaré aquí, para ti, a tu lado apoyándote. Cambia conmigo, yo cargaré con tu dolor.- Intenté persuadirle.

- "No, no lo haré, esa no es la solución, dejaré de huir."- Era necio y terco.

- Siempre has sido más débil que yo. Haslo. Vamos. Ahora.- Me estaba alterando un poco.

- "No... ¡No!..."- Comenzó a gritar.

- Calla...- Alguien se acerco.

- ¿Estas bien?- Hablaron a nuestro lado tomándole del hombro. Era un niño con una sombrilla de colores, brillante y grande.

- "No..."- Susurró en llanto.

- Tranquilo, estoy contigo, te ayudaré a sanar tu dolor. Ven conmigo.- Le tendió la mano ofreciendo a que la tomará.

- Ve con él. Vamos.- Le aconsejé ya más calmado e hipnotizado por la melódica voz del niño.

Me hizo caso, al principio pareció dudar pero al final tomo su mano. Ambos se fueron juntos caminando tomados de las manos, compartiendo la sombrilla grande y colorida, que parecía hacer cada vez más brillante.
El sol estaba saliendo, aun que siguiera lloviendo.
Los tres observaron asombrados como el sol iluminaba a la par que la lluvia seguía ahí, ahora más suave que antes. Sin duda un fenómeno espectacular.

Parecía un momento inolvidable. Pero eso pareció no importarle a Jack quien después de años de buscar junto con King a aquel niño, Jack se dio por vencido dejándolo en el olvido, pero King no, él nunca se rindió, Travis permaneció en su memoria sin importar el paso de los años.

A King le decepcionó que Jack se rindiera en la busqueda de aquel chico. Con el tiempo esa decepción se volvió más dura y oscura, se volvió un desprecio doloroso.

Umbrella [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora