¿Karaoke?

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Despertó sintiendo un fuerte resplandor en su rostro, eran las 12 del día y el sol se encontraba en su punto más alto, la señora medida había estado tocando la puerta desde las 7:00am; incluso llego a pensar que algo malo le había pasado a Alison, pero logro calmar sus dudas cuando abrió la puerta y se dio cuenta de que todavía dormía, al parecer lo de ella no era dormir; era quedarse en coma.

William había salido con su abuelo ya que hoy lo llevaría a visitar la empresa de la familia. El Sr. Robinson estaba un poco decaído de salud y los años no iban en vano, muy pronto William empezaría a tomar el control de la empresa. Aunque al abuelo le fastidiaba que todos los días le recalcaran lo mismo, que debería quedarse en casa, que debería tomarse un descanso, que cuidara de su salud, etc., pero él seguía asistiendo a sus reuniones como siempre y llevando a cabo sus proyectos con mucho éxito.

La señora Mérida preparó el desayuno de Alison y la llamo a cenar, hace cinco minutos ya había despertado y su estómago rugía del hambre, algo vergonzoso, pero no iba a dejar de comer por eso, más bien comería como nunca. No pudo evitar pensar en lo que había pasado aquel día ¿debería aceptar la inmortalidad como le había dicho el soldado? Era la pregunta que permanecía clavada en su mente, lavó sus dientes y su cara arreglando el mal aspecto que tenía, cuando quiso buscara algo de ropa para colocársela después de darse una ducha no la encontró ¿adónde habría ido a parar su mochila?

- ¡señora Mérida! -grito Alison con la torpe esperanza que la oyera a pesar que estaba muy lejos-.

- ¡ya voy! -gritó ella mientras corría apresurada por las escaleras-. Ya estoy aquí, ¿qué pasa?

- ¿ha visto mi mochila? Yo estoy segura que la tenía puesta

- Ah, eso... estaba toda sucia así que hace media hora la he puesto a lavar

- ¿a lavar?

- Si... espera ¡¿qué estoy diciendo?! , pero que tonta soy ¿que se supone que se pondrá ahora? -dijo mientras agitaba sus manos desesperada-. ¡ya se! Esto es una emergencia y el Sr. Robinson siempre deja algo de dinero para las emergencias

- ¿a qué se refiere?

- Iremos de compras

- Ok...

La señora Mérida le presto uno de sus abrigos para que se viera mejor, se aplicó un poco de maquillaje y amaba salieron a la calle, tomaron el metro y fueron a una zona muy conocida. Una vez que llegaron entraron en uno de los almacenes y la señora Mérida no pudo evitar sonreír cuando vio un vestido que creyó que se vería perfecto en el cuerpo de Alison, mientras Alison se probaba aquel vestido la señora Mérida entro en el almacén de al lado y buscó unos zapatos que hicieran juego con el vestido, no demoro mucho y en cuanto entro se los pasó por debajo del vestidor, Alison asomó su espalda desnuda y le pidió que le ayudara con la corredera. Cuando salió la señora Mérida se sintió muy orgullosa de su trabajo, le gustaba tanto como se veía Alison que dijo lo siguiente: - "juro por mi buen nombre que algún día será dueña de una academia de modelos, no será hoy, pero si será algún día, yo lo sé"-.

- Hace mucho tiempo que no tenía una salida de chicas -dijo la señora Mérida mientras sonreía-.

- Le agradezco mucho todo lo que está haciendo por mí -dijo Alison un tanto apenada-.

- Aguántate las formalidades y dale gracias al Sr. Robinson y a su dinero

- Está bien

- Me recuerdas a alguien -dijo la señora Mérida pareciendo estar divagando-.

- ¿a quién exactamente?

Magic Night _ The Fragile GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora