Prólogo - Un rostro conocido

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Abrí mis ojos de golpe, el despertador no dejaba de sonar, sonido que ya me estaba irritando. Me senté en la cama somnoliento, no me quería levantar pero era mi deber, me levanté y todo me dio vueltas. Vaya cruda que llevo hoy.

No le di importancia y me dirigí al baño, tome una ducha rápida y al salir con la toalla amarrada en mi cintura me paré frente al espejo, pase mi mano sobre el quitando el vapor para poder verme. Lo que se reflejaba allí era deplorable, un chico muy flaco, pálido y con grandes ojeras, mi rostro había cambiado tanto últimamente que ya no recordaba como era antes

*En qué mierda te has metido ahora Way*

Me repetía una y otra vez en mi mente, pero pareciera que el mensaje no quedaba claro.

Tomé un poco de maquillaje y arregle aquel desastre en mi cara, tape mis ojeras y delineé mis ojos como siempre. Volví a mi cuarto y me vestí rápidamente para bajar a tomar desayuno, en la mesa estaba Michael revolviendo los cereales de su bol, al percatarse de mi presencia sonrió.

-Buenos días Gerard, ¿listo para tu último primer día de clases?-.

-Ay Mikey, no te pongas sentimental- reí tomando una taza de café -seguro que me extrañarás.-.

-¡Claro que sí! Si eres más que mi hermano, mi mejor amigo, el único que me queda- agacho su cabeza, la recordó, eso lo ponía mal, incluso al mismo nivel que a mí.

-Ya te dije, debe haber tenido sus razones para irse, algún día volverá y podrás conversar con ella, otra vez...-.

-¿Tienes alguna idea de por qué se fue? Tu la amabas, podrías haberlo evitado-.

La verdad sabía muy bien porque ella se había ido, todo fue mi culpa, pero no podía decirle a mi hermano todo aquello, no quería quedar como un monstruo frente a él.

-Ya te lo dije si hubiera sabido que se iba a ir de un día para otro, que no hubiera hecho porque se quedara- mentí era lo mejor para los dos.

-Lo sé, sólo que aún no lo comprendo-.

-Ya lo harás Mikey- le revolví el cabello con una sonrisa.

-¡No hagas eso! Mi cabello...[...]... Sabes, anda el rumor de que volvió o que alguien volvió a esa casa, alguien vio un camión de donde bajaron unos muebles y...-.

-Todos los años es lo mismo hermano, todo el mundo rumorea cosas, siendo sólo el tres por ciento de aquello verdad, no te dejes influenciar por la gente, si es verdad lo sabremos luego sino el rumor se perderá en el viento como la vez anterior-.

-Gerard, lo siento-.

-No pasa nada, termina tu desayuno ya, que se nos hará tarde- me respondió la sonrisa que le di.

Terminé de una vez mi taza de café y salí de allí, no podía seguir hablando de aquello, no otra vez. Fui a buscar mi chaqueta y mis cosas y ya listo Mikey nos subimos a mi auto camino al colegio.

Al llegar fue lo mismo de siempre, un montón de gente se me acercó a saludarme, yo solo sonreía a la situación, ¿Qué otra cosa podría hacer? Caminé hacia la entrada con Mikey a mi lado y allí me encontré con mis amigos, Ray Toro y Frank Iero, nos saludamos alegremente y no faltaron las chicas que se nos acercaron. Se preguntaran porqué tanta popularidad, bueno junto a Frank, Ray, Mikey y un amigo de Ray llamado Bob, formamos una banda llamada My Chemical Romance, con la cual llevamos casi un año con presentaciones y estamos a punto de firmar un contrato con una productora para realizar nuestro primer disco, hemos salido en varias radios de la zona y las pocas canciones que tenemos gustan a la mayoría, por lo que ya es normal que se nos acerque alguien intentado hacerse nuestro amigo, las chicas intentando conquistarnos o nos inviten a fiestas todas las semanas. Y aunque no lo crean aún no me acostumbro a eso y muchas veces me molesta.

Ray era mi amigo desde que éramos niños, siempre hemos sido compañeros de clases y desde pequeños tuvimos el sueño de formar una banda, ya que a los dos nos apasionaba la música. Por otro lado, Frank llegó el año pasado al curso de mi hermano, se hicieron amigos y ahí encontramos a nuestro guitarrista, Mikey bajista, Ray como guitarrista también, Bob como batería y yo como cantante, así se formó MCR.

Luego de un rato de charla con mis amigos, nos separamos para dirigirnos a nuestras aulas, Mikey se fue con Frank y yo iba con Ray, cuando recordé que debía dejar mis libros en mi casillero.

-Ray adelantate, yo tengo que ir a dejar mis libros primero-.

-Se te olvidó, todos los años lo mismo- río -no te preocupes, yo te guardaré un lugar junto a mi como siempre-.

Se dio la vuelta y siguió su camino, mientras yo me fui directo a mi casilla. Había guardado mis libros cuando llegaron tres chicas a mi lado, ya las conocía estaban en mi clase, las saludé amablemente y una comenzó a relatarme su "magnífico verano". No me interesa en lo más mínimo pero yo solo la miraba sonriendo.

-Deberías callarte Clarissa, aburres a cualquiera cuando te pones así- dijo Angie molesta.

Clarissa sólo se dio la vuelta para tirarle una mirada amenazante, mientras que la otra pobre chica las miraba en silencio. Parecía que iban a comenzar a discutir cuando la vi, parada a unos metros de mí, una chica hermosa de cabellera azul y piel blanca, nuestros ojos entraron en contacto y al momento ella salió casi corriendo del lugar, a pesar de que no podía ver su rostro ya que su cabello lo cubría un poco no pude fijarme bien en quién era, pero ese rostro se me hace muy familiar, ¿Podría ser que...? No, no, imposible, ella no va a volver.

Tainted Love II - Un chico y su historia de amor (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora