Las Cronicas De Sol Y Luna

5-. Caliente

POV'S LUNA

Yo soy Luna Alas, tengo 20 años, vivo en Oceanía acompañando así a mi padre Poseidón. Antes de que lo pregunten, no, no soy una sirena, ¿Por Qué no lo soy? Pues es un mito que mi papá es un tritón, es un Dios que puede convertirse en tritón, por ello, yo no tengo aleta de pez, ¿Como es que vivo bajo el agua? No lo sé, supongo que es algo que tengo desde bebé, un poder tal vez, nunca le he preguntado a mi padre, aunque de todos modos, en la mansión y toda esa zona no hay agua, estamos dentro de una burbuja que nos mantiene alejados de el agua, muy pocas veces salgo. Mi madre la Diosa Luna, murió cuando yo nací, mi tía Estella ocupó su lugar hasta que yo cumpliese 116 y así fuese mayor para ocuparme de hacer que la luna salga cada noche en La Tierra.

Soy morena, pelo castaño, ojos oscuros y tengo un rostro muy definido, no soy ni alta ni muy bajita, amo escuchar el movimiento de las olas y los cantos de los delfines, desde pequeña se me da muy bien el canto, practicándolo así con mi nana Lizandra.

Mis colores favoritos son el blanco, azul y rojo. Mis animales favoritos son los caninos, por ello, tengo un guardián llamado Sky, el es un chico encantador a quien mi padre le dio el poder de convertirse en cualquier canino sobre la tierra, es de tez blanca, delgado y muy alto, su cabello es largo y castaño, tiene un cuerpo bien marcado y sus ojos, oh, son los más bellos que he visto, son azules, tan azules que hipnotizan, no hace falta decir que me gusta Sky, solo que eso es algo que no debe saber nadie más.

Mi padre es muy estricto con respecto a los modales, por lo que soy una chica un tanto ¿delicada? O más bien como dice mi nana "culicagada" cosa que detesto.

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Estaba en el living acostada en la alfombra, se que no es nada educado, pero necesito un descanso de todo a veces, la puerta principal se abrió, vi a un muy desanimado Sky cruzar el living

-Sky- intenté llamarlo pero pareció como si mis palabras se hubiesen perdido antes de llegar a él

Subió las escaleras haciendo caso omiso a mi llamado, me senté sobre la alfombra extrañada.

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Estaba en el patio observando todo movimiento fuera de la burbuja, miré hacía arriba, justo en el tercer piso la habitación de Sky, la ventana estaba cerrada y la cortina cubría cualquier mínimo detalle de la habitación

Que pasa ?

Me dirigí hasta su habitación, tenía que saber que pasaba con él, ni siquiera toqué la puerta, solo me adentré en la oscura habitación, las luces estaban apagadas pero aún podía definir la imagen de un muy triste Sky con la cabeza entre sus rodillas, casi segura de que estaba llorando. Me acerqué lentamente y me senté en el borde de su cama frente a el

-Hey, Sky

Tampoco recibí respuesta, coloqué mi mano derecha en su mejilla y el sorprendido levantó rápido la cabeza, pude ver una lagrima deslizarse por su mejilla y yo corrí mi mano antes de que esta la tocara, estaba sorprendida, nunca lo había visto llorar, pero esta vez fue el que colocó su mano en mi mejilla, la fue moviendo hasta acomodar mi cabello detrás de mi oído y se acercó lentamente hacia mi, me quedé paralizada ante la sorpresa, sus labios se movían con desconfianza sobre los míos, luego de asimilar lo que pasaba comencé a corresponderle el beso con timidez, ya no sabía quien estaba más avergonzado, si el o yo, nos separamos por la falta de aire y nos quedamos mirando fijamente, el se sentó en la cama y yo inicié el beso nuevamente, me coloqué un poco encima de el sobre sus piernas y el me tomó por la cintura y me acercó más a el, había experimentado por primera vez el término "caliente", ahora nuestros labios hacían una danza coordinada, suspiré y acorté más la distancia, el besó mi frente y luego mi mejilla, así luego también la otra mejilla y mi barbilla hasta volver a mi boca, unos tres golpes se escucharon en la puerta y yo me alejé instintivamente de el, estaba segura de que tenía el labial corrido, corrí hacia su sofá y me cubrí con una manta, tomé una revista que había justo frente a mi y simule estar leyendo, aunque solo estaba pensando en el beso y en quienquiera que fuera la persona que tocaba