Una cita y tu vida

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Quizá cuando te dejan varias veces plantadas, deberías dejar de intentar, eso sería un consejo que daría yo, el cual no haré porque se trata de Luciano.

Me despierto muy temprano para ponerme bella, me coloco el pantalón que mejor me favorece, la blusa que más me gusta, unos deportivos cómodos, arreglo mi cabello y me coloco un poco de maquillaje, son un poco más de las 8 a.m. estoy lista, las ansias por verlo, la incertidumbre de si llegara o no me consume.

Miro el reloj, ya casi será la hora, en mi mente se repite una y otra vez "Luciano, llega esta vez por favor", mientras hago mi caligrafía mental, suena el teléfono, número desconocido, no me vayas a cancelar nuevamente.

-¡Aló!-digo-

-Hola

-Hola bella, ya estoy cerca, te espero en la plaza

-Dale, voy bajando

Cabe destacar que estoy pegando brinquitos por dentro, inevitablemente se dibuja una sonrisa en mi rostro, esta vez no es un no, esta vez estas aquí, si viniste, cumpliste, valió la pena darte otra oportunidad. Corro por las escaleras, al cruzar la calle esta la plaza, te veo a los lejos, eres tú, no hay duda de eso, no estoy viendo una foto a través de la computadora, me ves, tienes la cara agotada, no importa, te abrazo, me abrazas, eres más alto que yo, tu piel es tostada como las hojas caídas de un árbol, tu cabello es de un tono chocolate, pero no puedo comerlo, detallo muy bien cada parte de tu cara, cada parte de ti, estás conmigo.

Ahora si mi día comienza, te presento a mi madre y mi abuela, son las que están en el apartamento, charlamos un rato, nos tomamos fotos, obvio debe haber pruebas de que no fue un sueño, ni una locura mía, se acerca la hora del medio día, quiero un poco de libertad, quiero conocerte más, decido que salgamos de ahí, que nos vayamos a caminar por la ciudad, y eso es lo que hacemos.

Caminamos, noto que no dejas de mirarme, se siente bien, pasamos algunas calles, y en una de las avenidas tomas mi mano para cruzarla, se detiene el tiempo, suda mi mano, quizá estoy exagerando un poco, o quizá puede este ser el momento más maravilloso del día, me comentas que es raro para ti caminar tomado de la mano de alguien, hace mucho que no hacías eso, me sonrojo brevemente y sigo caminando, llegamos a un centro comercial de la ciudad, tomamos asiento ya que hemos caminado un buen rato, tú siguen observándome, cada cosa que hago la detallas muy bien, te doy besitos en el cachete cada que no me miras fijamente, y en un segundo eres tú quien se abalanza sobre mi boca, es un pequeño beso, suave, delicado, no quiero hablar de eso, hago que no pasó para quizá pase nuevamente.

Caen las horas, decidimos ir hacía donde unos amigos tuyos, buscar algo de comer, tomar agua, seguir hablando, conocernos más, tomamos un bus, nos sentamos en la parte de atrás, sigues cansado, recuestas tu cabeza en mi hombro, se me eriza un poco la piel. Llegamos a nuestro destino, seguimos caminando, eso ha sido gran parte nuestro día, pero no importa, estoy contigo, eso era lo que quería, me presentas a uno de tus amigos, mientras él busca algo, decido hablar contigo.

-Cuéntame de ti- te digo-.

- ¿Qué quieres que te cuente?

-No sé, lo que tú quieras

-Bueno, soy literalmente un desastre como ya te habrás dado cuenta, no soy romántico, he sido un fracaso con las relaciones, engañé a mi última novia, no me siento orgulloso de ello, pero lo hice, he derrochado mucho dinero, en mujeres, rumbas, vicios, y el resultado es este.

Tus palabras parecen ser sinceras, pero quiero seguir escuchando.

-Y ¿Qué quieres? Porque yo no busco una aventura, no quiero ser solo una noche, no quiero ser solo una salida, quiero algo estable, serio, quiero estar con una persona que tenga el mismo miedo de perderme como yo de perderlo a él, no soy quizá el mejor partido, mi pasado tampoco es color de rosas, tampoco es que haya sido una loca, pero hay cosas que como cualquier persona no repetiría una vez más.

-Me quedo embobado cuando hablas, me atrapas, no sé por qué digo todo esto, pero quiero lograr eso contigo, quiero estar ahí, ya no quiero ser el que era en mi pasado, quiero empezar de nuevo, yo no conozco la palabra amor, no sé qué es enamorarse de alguien.

-Quiero que te enamores de mi

Luego de seguir una larga charla, muy sincera, caminamos hacía un parque, comemos perro caliente y tomamos nestea, admito que soy un desastre comiendo, pero también admito que amo con locura la comida, tú no paras de verme, hasta cuando estoy haciendo un desastre, luego de comer nos quedamos un rato más viendo la gente trotar, rozando nuestras manos, dándonos besos tímidos como un par de niños.

Llega la hora de irme, hemos pasado casi que todo el día juntos y más que nuestras manos entrelazadas y los tímidos besos, lo mejor ha sido.

-Quiero volver a verte- me dices al dejarme en la puerta de mi casa-.

Enamorarme de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora