Me senté frente a ti, viendote algo serio pero eso no apagó tu sonrisa Ángel. Tomaste tu cartera y siquiera le revisaste, pude robarte Ángel, eres tan confiada.
Entre tus manos seguiste bebiendo tu chocolate caliente, sin importar que estuviera allí iniciaste una conversación con naturalidad.
Nunca te disculpaste por pasar y ponernos en peligro sobre la carretera, de hecho Ángel, me hablaste como si me conocieras de toda la vida.
No sé que me hizo escucharte,
Si fue el hecho de que no tuviera nada que hacer.
Si solo fue el interesarse en una compañía.
Si fue por educación.
O sí solo fue que el sonido de tu risa, que provocaba en mí el querer sonreír también.Esa noche cambiaste algo, maldita sea luego de esa noche quise volverte a encontrar,
un sábado,
en medio de la carretera,
para seguirte hasta parar en estúpidas risas de dos simples desconocidos.
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Alma Abierta
Short StoryTenía tan solo 24 años cuando tu, pequeña azul, nuevamente me hiciste sentir un niño. Tenía tan solo 27 años cuando tu, pequeño diente de león, Me diste un sueño que llevaba tu nombre. Atención: todas mis novelas son escritas con mucho esfuerzo y...