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Después de dos semanas obtuve la salida, con muletas y un buen raspón en mi frente, pero salí.

Tu Ángel, estás anclada a esa máquina, pero está bien,
Porque sigues respirando,
No permitas Ángel, que tu corazón deje de latir.

Alma AbiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora