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Me viste un poco pensativa y seguiste leyendo, yo te escuchaba con atención ignorando que cada vez era más tarde
Que cada vez te daba más de mi tiempo, porque me parecías curiosa.

Para Ángel, siempre fuiste el misterio de mi vida,
el signo de pregunta que continuamente buscaba respuesta,
tu Ángel siempre fuiste eso que no tenía explicación.

"¿Y tu que haces aquí, Sr. Ocupado?" murmuraste levantando tus cejas, pude admirar por el brillo de media luna, lo largas que eran tus pestañas y como tus ojos tenían ese brillo.

Te hizo gracia el hecho que me quedara pensado en mi respuesta, me levante un poco molesto conmigo mismo, me hacías torpe y tu eras tan solo una niña.

Te dije lo de mi madre, me susurraste un lo siento y caminaste conmigo hacia la salida.

Tu cabello lacio hasta tu espalda,
no tan largo, no tan corto
Llamo mi atención lo tome en mis manos y me viste extraño,
Nunca nadie me había hecho sentir tan incómodo Ángel.

Así que me fui, antes de que confirmarás o notarás lo estúpido que un adulto como yo se comportaba cuando estaba en compañía de una niña como tu.

Alma AbiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora