Mientras salía de tu habitación en el hospital, el doctor Tayler me dijo que era hora de dejarte descansar, que ha pasado mucho tiempo y que cada vez se acaban las esperanzas de despertar.
Ignore lo que me dijo como siempre lo hago, pero esta vez fui directo al lugar donde te pedí matrimonio, cargaba tu anillo de compromiso, esa margarita celeste que tanto amabas.
Sonreí con tristeza y deje caer tantas margaritas al agua, que solo podía ver blanco y amarillo sobre el punte.
Hoy es 1 de Septiembre Ángel,
Así que le diré a Rosie.
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Alma Abierta
Short StoryTenía tan solo 24 años cuando tu, pequeña azul, nuevamente me hiciste sentir un niño. Tenía tan solo 27 años cuando tu, pequeño diente de león, Me diste un sueño que llevaba tu nombre. Atención: todas mis novelas son escritas con mucho esfuerzo y...