Tú te lo has buscado

Ganándome un enemigo

Y allí me encontraba, tirada en el suelo. Levanté la mirada atemorizada, las manos me temblaban y estaba tan roja como un tomate, y allí estaba él, con una mirada divertida y a la vez molesta. Víctor estaba manchado de arriba a bajo, su camisa blanca medio desabrochada estaba destrozada, me atrevo a decir que ahora ya sería para tirar. Fueron unos segundos bastante intensos, por primera vez me miraba y para acabar de rematar... ¿me estaba sonriendo? Todos estos años intentando captar su atención y al final solo necesitaba tirarle un plato de macarrones encima. ¿¡Como es posible!? No hay manera de poder entenderlo.

- Lo siento muchísimo Víctor, de verdad. Iba a irme cuando tu te has puesto delante mío y bueno, ya sabes el resultado. No era mi intención- le dije

Al ver que no respondía, me apresuré a añadir, ahora con mas énfasis - ¿Servilleta?- ¿De verdad Emy? ¡de todas las cosas que le podías haber dicho le has propuesto secarle con una servilleta!

Fue entonces cuando él estalló con una enorme carcajada que inundó todo el comedor y que me hizo dar cuenta que todos los alumnos nos miraban con intriga y ironía. Así que me dispuse a levantarme pero antes de ni siquiera poder intentarlo, me tendió la mano.

- ¿Te ayudo?- Fueron solo dos palabras pero creo que fueron las que más me han hecho feliz en toda la vida.

Víctor me ayudó tal y como había dicho, aunque en ese momento yo tuviera dudas de si me iba a soltar para así hacerme caerme, pero por suerte mía, no lo hizo. Unos instantes más tarde un chica un tanto extracta se aproximó a nosotros con una enorme sonrisa en la cara y nos dijo:

- Ei chicos! Creo que es mejor que os vayáis a cambiar los dos. Estáis empapados. ¿Qué os parece si os acompaño? Mi nombre es Ivet.

Bueno finalmente la pequeña jugarreta me había ido bien. ¡Pero que digo! Fue perfecta. Al dirigirme a la salida del comedor noté muchísimos ojos clavados en mi nuca y justo antes de salir a fuera me giré por puro instinto. ¿Y adivinad qué? Allí estaba Jane con su mirada llena de odio puesta en mi. Y entonces fue cuando vi como movía los labios sin emitir ningún sonido y me decía algo como: "Te arrepentirás de esta. Se que ibas a por mi."

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¿Qué os parece la historia? Espero que os esté gustando :D