Después de los sucesos acontecidos, al chino le picaba la curiosidad por ver el rostro del enmascarado. Y en la primer oportunidad que tuvo, aprovechó el momento...
Una mañana, Luhan despertó antes que Yifan. Lo observó dormir, y la idea de quitarle la máscara lo dominó.
Con sumo cuidado, acercó su manos a los bordes de la porcelana, la retiró con delicadeza...
-¡Oh, santos cielos! -Jadeó y cubrió su boca con las manos.
La piel de la mejilla derecha estaba muy arrugada, e incluso más oscura que la pálida en el resto de su cuerpo. La esquina de su labio superior estaba algo arrugada y era de un tono brillante. Había una cicatriz en la ceja izquierda que la dividía y bajaba hasta la sien.
Sus ojos se cristalizaron.
Tocó con levedad la marca en su labio. Se asustó cuando Yifan tomó su muñeca y la apartó mientras abría sus profundos ojos oscuros y lo observaba.
Tragó saliva y una lágrima de deslizó por su mejilla y cayó en la del alto.
-¿Te duele? -Murmuró el rubio.
-No. Ya no... -Susurró. Llevó la mano del chino a su pecho. Donde se podían sentir sus latidos.- Duele aquí cuando te veo llorar.
Luhan sonrió levemente y se limpió el rostro.
-No quiero que te duela por mi culpa. -Acercó su rostro al del contrario y besó sus labios, sintiendo la textura rugosa.
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Tres meses.
Tres benditos meses desde que había encontrado la carta de los Wu, donde se anunciaba su despedida antes de su muerte.
Su situación con Yifan iba mejorando. Ya controlaba su temperamento, y convivían juntos.
También debía admitir que él y el alto eran un par de sátiros, pues la mayor parte de su tiempo se la pasaban en la cama.
Había ocasiones en que Luhan no podía tener relaciones, pues estaba adolorido del día anterior. Pero eso no era obstáculo para que Yifan le negara un orgasmo.
Para esas ocasiones, el sexo oral era algo magnífico y sublime.
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Luhan se encontraba preparando masa para hacer pasta de lasaña. No era la primera vez que la hacía, pero sí la primera en que estaba siendo distraído.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Uh! -Sus gemidos eran muy altos, mientras intentaba contener la fuerza de sus brazos en el rodillo, pero éstos flaqueaban al sostenerse de la mesa en la cocina cuando sus piernas comenzaron a temblar.- ¡Yifan! -Aumentó el volumen.
El alto estaba de rodillas trás el rubio, que sólo llevaba puesto un mandil... Sin ninguna otra cosa.
El pelinegro separaba con sus manos los glúteos del chino para dejar expuesto su ano color rosa. Lamía con esmero su capullo y lo chupaba de vez en cuando.
Pasaba su lengua alrededor del agujero, lubricándolo con su saliva y tratando de meter la punta en su entrada.
-Sí, sí, sí. Oh, sí. ¡Yifan!
Dejó de sostener el rodillo y no evitó que sus brazos se debilitaran y la parte delantera de su cuerpo cayera hacia el frente, provocando que su culo tuviera más acceso. Separó más sus piernas.
El alto se apartó un momento y metió dos dedos en el ano del chino. Éste jadeó.
-Espera. Me duele todavía. -El rubio tomó la mano que Yifan usaba y la sacó de sí. El pelinegro lo miró, con una expresión pacífica en su deformado rostro.
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Puedo Verte (KrisHan) [EXO/Yaoi]
Mister / ThrillerXiao Luhan es contratado para cuidar de un niño mientras una pareja de edad avanzada sale de la ciudad. Ese niño en realidad no existe. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Basada en la película "El Niño". He re-escrito esta historia dándole mi toque personal.