Suplicas

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Nadie era chica alta con piernas y brazos largos tan flacos como navajas, labios rojos  empapados de un color carmín muy quebradizos y secos por falta de cuidados, sus ojos eran perlas oscuras y siempre llebaba su mirada perdida sin rumbo, su cabello era negro  y brilloso por el rocio.

Cargaba ropas de cuero con una chaqueta  y pantalones de algodón de color negro, un cinturon de pieles que marcaba su delgada figura, muñequeras de hierro que protegian lo que sus arapos no cubrian, guantes cafe de caucho resistentes, una chamarra amarrada a su cintura por debajo del cinturon, y sus pies estaban vendados  completamente por las heridas de caminar sin tener cuidado.

Abajo de esa en el lado izquierdo tenia un pequeño cuchillo afilado de marfil, y colgando de la espalda una espada, pertenecinete a un buen y servicial samurai que fue asesinado ante sus ojos.

-Odio esconderme entre las sombras , son demasiados frias.
-Callate. ¡Eres demasiado escandalosa!-dijo el idiota de mi hermano Tooru.
-Callate tú ansiano mugroso.-dije
-Asi no se trata a tu queridisimo hermano, mocosa.- me dijo con una burlona sonrisa.
Gruñi.
-Si tan solo mi padre me dejara extrangularte condenado enjendro malev-
-Shhhh. Alguien viene- susurro Tooru.

Tooru era mi unica familia, mi única razon de encontrarle gracia a este mundo injusto, siempre a estado dispuesto a sacarme una sonrisa de cualquier forma.

La manera en la que se preocupa tanto por mi es la que me mantiene angustiada, todas las personas que se me han acercado han terminado lastimadas.

Me mantengo a distancia con el, cosa que no siempre lo veo, apesar de que le dije que siempre estaria ahi para el en una promesa cuando eramos niños. Puesto que el al igual que yo pasó por varias penunbras y dificultades, tengo miedo de que yo sea la causa por la que el a sufrido tanto ,por eso me alejó en un intento de asegurarme que siga con vida.

Un sujeto con ojos grandes y penetrantes como los de un mercenario, amarillos y razgados como los de un gato, traje elegante de buena pinta, se acercaba desde la lejania a pasos cortos abriendose paso bajo la lluvia.

-Es él.

La lluvia empapaba mis labios mientras trataba de hacer el menor ruido posible al respirar para no ser descubiertos.

Mis ropas hacian mas difícil  mis movimientos, la espada  pesaba como el plomo, paso a paso, comenze a desesperarme y a sentir angustia, ni siquiera podia moverme, ese tipo estaba ahi y aun asi no se movia apesar que ya nos habia visto. SOLO SE QUEDABA VIENDO.

-Este tipo quiere matarnos.-dije
-¡¡Rapido escondete!!
El sujeto finalmente rompio tanto silencio y corrio velozmente hacia nosostros con cuchillas en las manos, una sonrisa macabra brotaba de su rostro y sus ojos mostraron la maldad pura.
-Niños,¿quieren saber el color de la sangre?- dijo mientras dirijia una cuchilla a mi hombro rapidamente.
- ¡¡Alejate!!- grite sollozando alavez que agitaba mi daga de marfil.
Cai al suelo despues de que me golpeo en la cara.
-¡Callate!-gritó
-Deja a mi hermana desgraciado.- Tooru intervino
- Tu quieres desafiarme niño. No estas en posision de negociar. Te recuerdo que me fallaron, yo contrate mercenarios no novatos .AHORA DEBEN PAGAR POR ELLO.
- Por favor solo necesitamos mas tiempo.-suplique.
-¿Quieren que les de tiempo? Bien.¿Pero a que costo?
Clavo rápidamemte dos cuchilas en el brazo de mi hermano mientras soltaba una risa macabra y luego simplemente se desbanecio entre las sombras.
Apesar de que se habia ido su risa seguia ahi.
-SHAHAHAHAHA.....
Me sumi en las lagrimas y con un fuerte llanto grite.
-¿TOORU?  ¡TOORUUUUUU! HABLAME TOORU. No me dejes- solte casi sin voz .
-¿que hago ahora? Siempre acudi a tí.
Ayuda, auyda porfavor.

Huyendo del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora