Recuerdos dolorosos

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Durante aquella noche fría de octubre Sora Naegino se había levantado presa de los nervios por la próxima competencia cirquence en la que iba a participar. Casi parecía mentira que ya hubieran pasado 6 años desde que había abandonado el escenario Kaleido Star para irse nuevamente a Japón. Por ello se quito las sábanas de seda y se dispuso a irse a la sala de su departamento.

Ella había cambiado hace tanto tiempo que parecía otra persona, tenía el cabello tan largo que le llegaba a la cintura, su cara ya no poseía la misma vitalidad y energía que había tenido cuando estaba en América, ahora era una cara madura y seria, además su actitud tampoco era la misma, aquella chica tan dulce, alegre y positiva era cosa del pasado.

Mientras la peli morada caminaba en medio de la noche, tuvo cuidado de no despertar a su prometido, quien dormía en la habitación continua, pues a veces  mientras seguía su camino tuvo cuidado de no tropesar con nada y hacer la menos cantidad de ruido posible. Cuando por fin se encontraba en su sala  se dispuso a sentarse en el sillón más cercano y tomar la computadora  portatil que estaba en la mesita del café.

Aquella computadora contenía algunas fotos de Sora y de su amado prometido que muchas veces con verlas la hacían sentir mejor cuando tenía algún problema por lo0 que quiso verlas para poder volver a dormi. Sin embargo encontro una carpeta extraña en el escritorio y decidió abrirla; en esa carpeta se guardaban algunas noticias viejas de Sora cuando triunfó en el escenario Kaleido como el ángel del escenario en la obra del Lago de los cisnes. En esas noticias había muchas fotos de Sora con una gran sonrisa y con mucha vitalidad. Pero en eso encontro algo que le causo un gran dolor y terribles recuerdos: un foto de Leon Oswald mientras la miraba con una mirada llena de amor y ternura mientras el encabezado de la noticia decía: El ángel que conquisto al demonio.

Con eso en mente Sora apago rápido el aparato y se recosto en el sillón a llorar amargamente hasta quedar dormida, sin embargo no pudo dormir debidamente sino solamente podía recordar lo que había pasado hace 5 años atrás.

Los titulares de los periódicos se fueron mostrando a lo alrgo de sus recuerdos: La chica que conquisto el escenario Kaleido y nuestros corazones, El ángel que derroto al demonio, la nueva estrella de Kaleido y su gran debut, eran algunos de los títulos que Sora recordaba, sin embrago lo que más le dolió recordar fue la figura de Leon cuando la invitó a salir aquel día tan nefasto.

-Entonces Sora ¿quisieras salir conmigo el viernes?- era la voz de Leon Oswald, aquel hermoso joven que desde hacía poco había comenzado a tratar a Sora de una manera especial y que hacía que su corazón latiera muy rápido cada vez que lo veía o hablaba con él.

-No lo sé joven Leon, no estoy segura de si sería buena idea salir juntos, además soy muy torpe- decía Sora algo apenada por la mirada tan tierna que le daba el peli blanco, mientras una gran gota de sudor y su brazo se colocaban atrás de su cabeza.

- Por favor Sora, sal conmigo, te aseguro que no pasara nada malo- decía el muchacho con una dulce sonrisa, mientras se disponía a irse en su auto y se colocaba los lentes de sol

- Está bien joven Leon pero ¿a dónde iremos?- decía la peli morada dandose por vencida ante la mirada del joven.

-Sera una pequeña sorpresa Sora, espero que en verdad te guste, nos vemos mañana- decía el peli blanco para por fin meterse en su auto y salir del estacionamiento del escenario rapidamente.

La caida del ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora