Capítulo 5

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Daniel

La chica llamada Kristal lleva un buen tiempo hablando por su teléfono en el baño que queda al lado de mi cuarto.

Megan y Alex se fueron hace un momento, Alex estaba impaciente por irse, motivo no lo sé, Meg se fue detrás obvio. Aunque Alex le insistiese en que esperara a su amiga, el cual no lo hizo. Obligándome a que la llevase después de que termine la llamada telefónica, y me pregunto si ya ha terminado.

Kristal todavía se encontraba en el baño en ese momento, por lo que los chicos se fueron adelante, escucho el lava manos abrirse, yo me encuentro entre la división de la entra de mi cuarto para poder verla salir del baño.

La puerta se abre sin previo aviso y Kristal pega un respingo al verme de pie ahí bajo la penumbra.

-Ya los chicos se fueron adelante- la informo con una sonrisa notan poco notable.

Espero a que me responda pero ella esta seria, con la mirada cristalizada, me imagino que debe de ser algo con su novio por el que esta así.

-Bueno, además no podré ir dile que...-me mira con ganas de seguir pero lo piensa y se retracta.

- No, le mandare un mensaje más tarde. –da la vuelta y se dirige a la salida, pero que rayos con esta chica. Literalmente corro detrás de ella para detenerla, no puedo dejar que se valla así, además es tarde y la zona es desolada.

-Oye espera-le tomo del brazo para detenerla, ella levanta su mirada a la mía de inmediato. –Como te iras, es tarde, y es desolado y peligroso para ti yo te llevo. - Pero se apresura a decir.

-No,-baja su mirada de la mía -Yo se cuidarme sola gracias, tomare un taxi.- Se suelta de mi mano con suavidad y se va, como si algo la acaba de informar que en mi departamento hay una bomba que fuese a explotar en segundos, dejándome como un idiota, no me di cuenta cuanto tiempo la mire en ese corto momento, pero hay algo que me atrae en esta chica, espera que tonterías digo. Solo me importa una cosa y es tenerla en mi cama, como a todas las demás. Pero su mirada refleja algo que no puedo descifrar.

Llego a la fraternidad de este tío llamado James, el lugar es grande, es un chico que vive su vida de fiesta en fiesta, y de chica en chica como todos los malditos tíos que nos encontramos aquí para pasar un buen rato o polvo con cualquier tía. Me encamino adentro de la casa, en donde la música suena alta y te consume por completo, logro ver a varios de mis amigos y compañeros de equipos con varias tías a sus lados, lo común de siempre.

Hablando de tías veo a Sam con tío pegados a una pared, alto maso menos mi altura 1,80. Ella le susurra algo al oído, que rápido olvido su amor por mí, sonrío para mis adentros ya sabía cómo era ella, solo busca llamar la atención y creerse mejor que los demás pero yo tuve la culpa por dejarla creer más de lo que ella tenía que creer, me volteo y camino a la parte trasera de la casa.

Alguien a quien amar .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora