Capítulo 7

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Daniel

Estando ya en el departamento, me quito la chaqueta, los zapatos, coloco las llaves en la encimera de la cocina, tomo el mando y enciendo la luz de la sala, Kristal está de pie al lado de la puerta.

-Puedes ponerte cómoda-le señalo el sofá para que se siente.

-Estoy cómoda-camina hacia el sofá.

Abro la puerta del frigorífico para ver que le puedo ofrecer.

-Pues no lo pareces.-no contesta y dudo que en verdad este cómoda aquí con migo, pero eso lo puedo solucionar ahora mismo.

-Agua, jugo, licor, leche que se te apetece.

-Agua.-contesta de inmediato

-¿Tienes hambre?-le ofrezco

-No gracias.

Ella está sentada en el sofá quitándose sus botas, cayéndole todo el cabello hacia delante, me acerco para sentarme al frente de ella, yo sentándome en la mesa de madera que está al frente de ella.

Le ofrezco el vaso de agua fría, ella lo toma sin mirarme y yo sin aparta mis ojos de ella, con todo el cabello al lado de su rostro se ve muy guapa.

Miro su camisa en donde tiene una gran mancha de licor ya casi seco, pero el olor no se ha ido.

-Puedes tomar una ducha-la miro y sin esperar respuesta, me levanto para irle a buscar una camisa mía y una tolla limpia. Ella se levanta detrás de mí.

-No, esperare a los chicos ellos deben de venir en un rato, tú te puedes devolver.

Abro la puerta de mi cuarto con ella detrás de mí.

-Y quien ha dicho que yo me iré, no tengo por qué regresar-abro el closet que está en la esquina, busco una camisa cómoda ,miro a la puerta en donde ella mira mi cuarto detenidamente y realmente no sé qué mira tal vez trate de saber un poco de mi pero no lo creo, es un cuarto cualquiera, cama tipo matrimonial en el centro del cuarto con sabanas azul marino, una gran ventana de vidrio con mirada afuera que ahora estas con cortinas de color negro, paredes pintadas de color crema, un escritorio al lado izquierdo de la cama, una pantalla plana al frente de la cama y un sofá muy cómoda al lado derecho de la cama y una tenue luz baja.

Ella me mira sin decir nada, la miro de abajo hacia arriba y se ve tan bien en ese conjunto, tiene un cuerpo espectacular, buenas piernas, buen trasero y unos pechos también bien proporcionados. La quisiera tener en esta cama ahora mismo, hacerla mía, besar esos labios una y otra vez y no dejar de mirarla ni por un segundo, esta tan hermosa aquí de pie en mi cuarto, que no encuentro las ganas de quitarle cada prenda.

Le entrego la camisa y la toalla y sin quitar mi mirada de sus hermosos ojos. Veo como se tensa y contiene la respiración, hago que se ruboricé de inmediato, me acerco y le quito delicadamente un mechón de cabello detrás de la oreja, le susurró al oído.

-Respira-me alejo de ella y le sonrió.

-Estoy respirando idiota.-ella se aleja molesta, la veo abrir el cuarto de baño y perderse dentro.

Mientras espero a que ella se duche, me cuesta en la cama, escucho la ducha abrirse, no imaginármela desnuda bajo la ducha seria casi imposible, de solo imaginármela me tenso y mi polla reacciona. Realmente quiero a Kristal en mi cama.

Verla bailando en el club fue una locura, no podía quitar la vista de ella y varias tías lo notaron también pero me valió una mierda. También vi lo que le hizo un maldito idiota, al querer besarla y pasarse de listo con ella, como también me sorprendió como ella se defendió, dejando al tío en el suelo al golpearlo ha de recibir clases de karate, y ahora que recuerdo yo tengo su teléfono. Me lo saco del vaquero, lo enciendo y parece que no tiene nada inusual más que cuatro llamadas de un número desconocido y me pregunto por qué lo quería estrellar contra el pavimento.

Alguien a quien amar .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora