Carta tres

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La extraña y tierna declaración que tuve

Tu ya debes saber el porque de ese nombre, en el momento en el que me declaraste.

Un día encontré en mi casillero una carta de amor, la cual cuando mencione, tu cara parecía indiferente.

No le di importancia, y acepte ir solo para rechazarlo, y ver su rostro cuando se lo diga, no me culpes sabes que así soy yo y nunca cambiare.

Cuando llegue al lugar de encuentro, estuve un largo tiempo esperando pero nadie llego, jure que mataría al idiota que me había hecho venir para nada.

Al día siguiente volví a encontrar una carta en mi casillero, parecía ser de la misma persona, con pereza la comencé a leer, tenia una nueva escusa así que decidí ir de nuevo.

Llegue y espere, aveces era terco y testarudo, nadie apareció y enojado me retire.

A la mañana siguiente, otra carta, la quería tirar pero me llamaba mucho la atención esa letra y escritura tan torpe.

Esa tarde de nuevo acudí al encuentro, comenzó a llover, suspire pues como era de esperarse nadie llego.

Camine por los pasillos de la escuela y sin darme algo o mejor dicho alguien me acorralo contra los casilleros, ese alguien esas tu.

Camine por los pasillos de la escuela y sin darme algo o mejor dicho alguien me acorralo contra los casilleros, ese alguien esas tu

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En ese momento me di cuenta que la persona que me escribía esas cartas y las ponía es mi casillero, eras tu.

Y tu razón era la mas obvia.































Mas relato de esto en el próximo capitulo.

Cartas Para Heiwajima ShizuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora