Extra 1: Adiós, amado hijo.

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Un bebe es una pequeña vida que se forma cuando dos personas se aman y deciden tener una familia en donde pueda crecer ese pequeño ser... o eso se supone que debería hacer.

Sabuya Kyouko, una niña de apenas 8 años no entendía de las cosas que pasaban frente a ella ni porque tenía la gran necesidad de salir corriendo del que se supone era su hogar, tenía miedo y lo único que podía ser era llorar en silencio mientras se tapaba fuerte la boca con sus dos manos ya que si daba el más pequeño sonido la iban a descubrir.

¿Qué estaba pasando? Ella no lo sabía solo recordaba que su madre la había escondido debajo de la cama y le pedía que por nada del mundo hiciera ruido.

Los gritos de sus padres se escuchaban de fondo hasta que un momento la voz de su padre ya no se escucha y lo único que llego a escuchar fue un desgarrador grito de su madre hasta que se apagó de igual forma que la de su padre.

Pasos de escuchan afuera de la puerta de la habitación en donde se encontraba y tengo en pánico, podía ser los pies de varios hombres quienes comenzaron a revisar por todas partes, tenía que huir antes que la encontraran y cuando uno de había arrodillado para ver dejado de la cama, ella salió y corrió lo más rápido que puedo hacia la salida pero algo que la detuvo... los cadáveres llenos de sangre de sus padres y como si fuera poco su madre se encontraba desnuda dando a entender que había sido violada.

Sus lágrimas volvieron a salir y sus gritos por fin salieron de su boca, se arrodillo en el suelo para luego caer al suelo mientras sus gritos de dolor seguían los hombres intrusos la rodearon y la atraparon, kyouko sufrió el mismo destino que su madre pero con la excepción que la habían dejado con vida, tirada en un callejón con su ropa desgarrada y llena de golpes, solo se podía ver como una lagrima caía de su rostro.

Nadie la ayudo.

Ahí tirada en un callejón de quedo, no sabía cuánto tiempo había estado ahí pero lo que si sabía era que había muchas personas que la veían tirada pero nadie se había acercado a ayudarla.

Quería vivir... por ella... por sus padres.

Por muchos años se la paso así, con hambre, con frió, con esperanza que alguien la ayudara pero nadie lo hacía, varias veces se había ido a la comisaria para que la ayudaran pero al ver que estaba sucia la votaban del lugar así era en cualquier lugar a donde iba, todos le cerraban la puerta en la cara.

Es triste ¿no?

Perder a tus padres, que nadie de ayude apenar de todo lo malo que estás pasando, comiendo de los basureros y huir antes que alguien te saqué a golpes de ahí, bebiendo el agua de un rió, arreglándolas sola, tu cuerpo como pierde la energía y tan flaco que hasta puedes ver tus huesos.

El como Kyouko seguía con vida era algo que se podía admirar pero ella sabía bien que en poco tiempo ella no podría más y moriría.

Mientras se encontraba caminando por una plaza sin lugar específico esperando que alguien dejara su comida al medio terminar para por fin comer algo desde de muchos días, no le importaba si alguien la veía ella solo quería probar algo, para sobrevivir no se necesita orgulloso.

Siguió caminando hasta que se chocó con un hombre, el cual con el golpe dejo caer su billetera, el hombre parecía tener dinero así que cuando Kyouko tomo la recogió pensó que al tipo no tendría problemas si perdía algo pero...

- Kyouko... eso no es tuyo_ Las palabras de su madre resonaron en su cabeza, su familia había sido simple y tenían apenas lo necesario para vivir pero sus padres se habían esforzado para que ella pudiera ir a la escuela y que nunca le faltara su plato en la mesa aunque eso significaba que ellos no podrían hacerlo, siempre y cuando ella fuera feliz ellos también lo estarían.

Cartas Para Heiwajima ShizuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora