➥Drabbles; AssClass⇗

➼Karmagisa;;

  —Nagisa-kun, por favor, ¡Acepta mis sentimientos!—Kayano se había declarado ante Nagisa, incluso aunque todos sus compañeros de clases se encontraran presentes.

  —Umm... Kayano-san, es muy lindo de tu parte...—comentó el ojizarco con un sonrojo notable en sus mejillas, y una sonrisa nerviosa surcando sus labios—Pero no puedo aceptar tus sentimientos.—concluyó con una expresión de lástima para con su amiga. 

—¿P-Por qué no puedes..?—la voz de la peliverde se quebró a mitad de la pregunta, y se sorprendió cuando notó como una pequeña y frágil mano se encontraba sobre su hombro derecho.

—No te preocupes, yo no dejaré de ser tu amigo.—sonrió—Sé que encontrarás a alguien que pueda amarte en la misma intensidad que tú lo haces, pero no creo poder ser el indicado.

—P-Pero, podríamos intentarlo...—la chica estaba al borde del llanto, mientras que todos sus amigos y compañeros veían la escena con lástima por parte para la pequeña actriz. 

—No creo que podamos, Kayano.—esta vez, Nagisa miraba directamente a los ojos de la susodicha, mientras retiraba lenta y cautelosamente uno de los mechones de cabello verdosos provenientes de la misma.—Y-Yo ya tengo una relación con alguien, así que n-no creo que sea lo correcto, ¿Sabes?—rió nervioso, mientras que un adorable y fuerte sonrojo se apoderaba de la cara del ojizarco.

—¿Ehh?—todos los que se encontraban en el lugar de la escena, no pudieron evitar soltar aquella exclamación llena de sorpresa, y más de uno volteó a mirar a Karma, quién se encontraba a una distancia considerable de su amigo, pero aún así, éste también se veía sorprendido ante las palabras del ojizarco.

—Bu-Bueno-...—las palabras del menor se vieron interrumpidas por culpa de sus amigos, los cuales no habían hecho más que bombardearlo con preguntas, logrando que Nagisa se sonrojara una vez más.

—Cuéntanos, Nagisa, ¿Quién es el afortunado?—canturreo Nakamura, quién, a pesar de estar tan enamorada del susodicho, no era capaz de interponer su felicidad por sobre él; no cuando sabía lo importante que debía ser para él. Todos, incluyendo a Nakamura, miraron al demonio rojizo, el cual estaba relativamente cerca del contrario, y a su vez, un pequeño tono carmín tomaba lugar en sus mejillas.

—Y-Yo... N-No sé si debería decirlo...—Nagisa titubeó, y a su vez, miró un poco apenado al rojizo, quién sólo le devolvió la mirada con un leve asentimiento.

—¡Bien, bien, ya basta!—exclamó Karma; era un notorio signo de explosión, además del fuerte sonrojo adornando su rostro, indicando la vergüenza de la situación.—Es hora de irnos, Nagisa. —descaradamente, el demonio rojizo tomó la mano de Nagisa para arrastrarlo fuera de las instituciones educacionales de Kunugigaoka, para poder hablar más tranquilos. Sin embargo, las acciones del mayor sólo lograron expandir las dudas en las cabezas de sus amigos y compañeros, los cuales, miraban atónitos cómo ambos habían escapado, pero no sería por mucho, considerando que mañana deberían de volver a la escuela, donde sería la oportunidad perfecta para saciar todas sus curiosidades acerca de ellos dos.

—¿Q-Qué fue eso?—preguntó Nagisa, quién a su vez intentaba regularizar su agitada respiración; ser arrastrado a máxima velocidad por parte de Karma, para bajar aquella montaña lo había cansado, y más considerando su estado físico.

—N-No creí que fueras capaz de decirlo tan abiertamente...—comentó Karma, mientras un lindo y adorable sonrojo se abrió paso nuevamente sobre su rostro.—...Pero no puedo negar que me ha encantado la reacción de Kayano~—canturreó—Me alegra que sepan que eres sólo mío.

Karma se acercaba a Nagisa para proporcionarle un dulce y adorable abrazo, seguido de un beso, donde ambos fundieron sus labios en un hermoso y tierno ósculo.

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