We Took A Chance ||Narry||Lilo||

Capítulo 26: Caminos cruzados

Liam salió de la cama y se sentó en el sofá.

No podía abandonar a Louis. No podía perder a Louis.

No podía haber pagado cien años de penitencia para volver a morir sólo.

Y ni siquiera sabía cómo comunicarse con quienes le habían enviado. Cómo rogar.

Sólo se le ocurría llamar a Harry, consultar con él para saber si conocía un modo de contactar.

Harry no pudo hacerse visible el día siguiente para acompañar a Niall al colegio. Aunque fue con él igualmente.

Niall notaba su sólida presencia tras él. Una presencia a la que no estaba dispuesto a renunciar.

Había una fiesta preuniversitaria en esa  semana. Y él iba a hacer como fuese para distribuir droga y que Harry se enterase. Así se pondría como un loco hiperprotector y se quedaría a su lado.

Harry aprovechó las horas escolares de Niall para citarse con Liam y hablar.

Liam le pidió que le esperase a la salida de su trabajo. Harry lo hizo y se sorprendió al verlo salir con una caja de cartón llena de cosas.

-He dimitido de mi puesto. Quiero pasar todo mi tiempo con Louis.

Esa mañana se había ido dejándolo dormido, bocabajo envuelto en la colcha que aún tenía el olor del sexo impregnado en ella.

-Yo tampoco sé cómo contactar con los de arriba.

-Pero la diferencia entre nosotros, Harry, es que tú estás vivo.

Harry se quedó mudo. No podía objetar nada ante esa lógica aplastante e irrefutable.

-Quizás deberíamos presentar a Louis y Niall. Se pueden llevar bien y no se sentirán tan sólos. Además sus historias son similares.

-Está bien, hagamos una cita doble.

-Yo los llevaría a un restaurante romántico pero sospecho que estarían más cómodos en un McDonald's.

-Para de hablar así, me haces sentir viejo. 

-El sábado entonces.

-Estás muy raro – Harry le besó a Niall el hombro. Éste se giró para ponerse de espaldas a él y se mordió el labio. -¿Ya vas a dormir?

-El sábado hay una fiesta de los chicos del colegio y me han invitado.

-El sábado pensaba... ir a cenar con Liam.

-¿Y si vamos a comer?

-¿Y si no vas a la fiesta?

-Es que tengo que ir.

Harry le mantuvo abrazado y dijo en voz baja.

-Sé que necesitas dinero, pero no hagas una tontería.

-Será la última vez, lo prome...

Harry golpeó la mesita. Sonó fuerte.

-¿Niall? ¿Estás bien?

La puerta del cuarto se abrió y Harry se dio cuenta de que estaba perfectamente visible por la rabia. Y que dado que esperaba hacer el amor, no llevaba nada.

-Mamá... Harry se golpeó la mano sin querer.

-Lo siento, señora... es su casa, me voy ahora mismo.