Capítulo 3: Decisiones equivocadas

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Harry había dormido en el cuarto de Niall, sólo se había acostado en el suelo y quedado dormido. No lo necesitaba exactamente, pero era agradable. Esperaba que fuese igual con la comida.

Por la mañana le despertó el ruido de Niall haciendo el desayuno. Su padre estaba dormido en el sofá, evidentemente bajo efectos de alcohol.

Niall acabó de preparar unos huevos revueltos y le llevó el plato a su padre. Luego sirvió dos vasos de leche y llevó uno al cuarto de su madre. Se fue a su habitación con el otro.

-¿Sólo desayunas eso?

-Es lo que hay –Niall se bebió todo el vaso.

-No es justo y no está bien. ¿Tu padre trabaja?

Niall se rió con ironía.

-Ya como en el instituto. Ya me hubiera ido de ahí si no.  –Niall se quitó el pijama.  Harry se fijó en sus morados. –mi madre quiere que estudie y estoy en una escuela muy estúpida. Es de niños ricos. Gané una beca el año pasado, cuando todo iba mejor y creía que nos iría bien. Mi viejo dejó de beber una temporada entonces. Ahora paso. Sé que no podré ir a la Universidad, pero si dejo el colegio pierdo la beca. Allí comemos a mediodía y además me dan un pequeño dinero al mes. Para gastos. Gracias a eso mi mamá y yo nos arreglamos, el viejo no lo sabe.

-Entonces debes estudiar...

-Tengo un plan para que no me expulsen –Niall se colocó un uniforme de colegio privado. –esos niños ricos tienen muchos vicios.

-Niall, ¿qué plan?

-Hay unos chicos fuera de mi escuela.  Ellos les pasan a los niños ricos ya sabes.

-¡Hablas de droga!

-Es un trabajo fácil. Yo les paso y me llevo una comisión. Me lo ofrecieron ayer y he estado pensando mucho. Lo voy a aceptar.



Louis se despertó cuando el sol ya estaba en lo alto. Ahora no podría ducharse hasta la noche. Se levantó y entró al hospital. Buscó un baño y se aseó rápido.

Dos años en la calle y aún recordaba lo que era tener cuatro comidas seguras y una ducha caliente y privada. Subió al autobús. Solía gustarle escuchar música en el bus.

Mierda, estaba sentimental.

Algún día eso tenía que cambiar. Necesitaba un trabajo pero nadie te contrataba sin casa. Sin teléfono. Sin ropa nueva.



Harry caminaba junto a Niall. No acababa de creer que se fuese a poner a traficar droga. Si era un niño. Maldito idiota.

Niall se paró a hablar con unos chicos con muy mal aspecto fuera del colegio. Parecían capaces de comérselo vivo.

-Sólo tienes que venderlo. Una vez que lo vendas, nos das el dinero y el veinte por ciento para ti. Es muy fácil.

Niall asintió y recogió el paquete que le dieron, una bolsa con marihuana. Harry quería matarlo... No, llevarlo lejos de allí.

Niall escondió la maría y entró al colegio.

Nadie se acercaba y todos le miraban.  Se dirigió hacia su clase.

-Ahí viene el marica de Horan.

Niall se sentó y les ignoró. Había cometido el error de creer que uno de los chicos popu era su amigo. Le había contado que era gay y ese era el resultado.

Sólo esperaba que eso no llegase a oídos de su padre.  Le mataría.

-Ahí está Horan. El que la mama para pagarse esto.

Niall se concentró en su libro. Harry escuchaba horrorizado. Sólo esperaba que nadie tuviese que hacer eso, no sólo Niall. Sabía que existía la prostitución, pero eso lo hacía la gente por dinero en sitios limpios y cómodos, no chicos como Niall...



Louis se metió las manos en los bolsillos vacíos. No necesitaban a nadie para descargar camiones en la zona comercial. Eso a veces le salvaba el día. Era tarde para subir a la zona de la industria del cine para ver si querían un extra. Y tarde para ofrecerse a limpiar.  Esos trabajos de un día ayudaban.

Casi mediodía. El centro juvenil no abría hasta la tarde y no había cogido número para el comedor.

Y llevaba como veinticuatro horas sin comer nada.

Puso la mente en blanco y se dirigió al bulevar donde estaban las tiendas dirigidas a un público adulto.  Trató de no pensar, apoyado en una columna mirando al suelo. Unos quince minutos después se acercó un señor de unos cincuenta.

-Hola, ojos azules.

-Veinte oral, cuarenta si me das, por cincuenta los dos. –dijo. <No pienses, no pienses, es temporal.>

-De acuerdo, ven, tengo ahí el coche.

-El condón es obligatorio.

-Claro, ojos azules –el tipo le pasó los cincuenta y le condujo a un coche que luego escondió en un callejón. –de espaldas.

Louis se tumbó en el asiento trasero. <No pienses, no pienses, no... >  gimió de dolor. A través del techo abierto se veía el cielo.

<Perdona, mamá. Perdona>

We Took A Chance ||Narry||Lilo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora