Capítulo 14: Tu olor en mis manos

577 83 15
                                    





Liam se sentó junto a Louis.

-Ya he llegado.

Louis le sonrió y miró el reloj. Las siete a.m. Pero en realidad no tenía que levantarse. No estaba matriculado aún porque su asistenta iba a ver cómo podía cursas dos años en uno.

Sólo tenía como obligación relajarse y descansar.

Liam le miraba con una media sonrisa y esos ojos castaños brillando.

-Voy a tener que ir a trabajar.

-Dormiré otro poco.

-Te voy a dejar algo de dinero por si quieres salir.

-En unos días me ingresan esa paga de ayuda que dijo la asesora, te lo devolveré...

Liam le calló con un beso.

-Voy a ducharme.

Entró en el baño de su cuarto. La puerta quedó entreabierta. Louis cerró los ojos y entonces comenzó a sonar el agua de la ducha cayendo. Liam siseó por el agua demasiado caliente pero luego empezó a cantar. Louis se rió y abrió los ojos.

Y entonces descubrió que desde esa postura se veía la ducha, no completa pero parte.

La imagen estaba muy distorsionada por la mampara de la ducha y el vaho pero claramente se diferenciaba el contorno de un cuerpo masculino muy bien definido además. Liam era fuerte y era grande.

Desde esa postura no podía ver todo pero la base de su espalda, sus piernas... Como flexionaba su cuello...

Se quedó mirando fascinado sus movimientos. Era tan tremendamente atractivo... No sabía que podía haber visto en un chico como él...

Sintió un cosquilleo en el vientre y un poco más abajo. Se envolvió bien en la colcha pese al calor y comenzó a sentir un calor que le salía de dentro y aún más... El cosquilleo dio paso a una sensación de excitación que apenas había sentido pocas veces hacía muchos años. Liam movió la cabeza y al moverse reveló su culo completo y Louis contuvo un jadeo cuando su pene brincó entre sus piernas. Se mantuvo muy quieto con la esperanza de que bajase como hacía cuando despertaba con una erección matutina en sitios donde había mucha gente o en la propia calle.

Pero esto no era lo mismo, no era un reflejo, era su cuerpo reaccionando al cuerpo de otro hombre... Otro tirón y su erección se engrosó y se hizo mayor.

Liam salió de la ducha y Louis ya no lo veía. Pero lo sentía. Cajones abrirse, ruido de ropa, canturreos.

-Louis, me voy.

Se acercó y le besó en los labios.

Luego se fue.



Niall no tenía fuerzas para levantarse. Su madre le llevó el desayuno y le estuvo hablando sin parar de que tenía que descansar.

-Mañana tengo que levantarme –le dijo a Harry en cuanto su madre se fue y pudo hacerse visible –mi padre tiene que afrontar el mes que viene el primer plazo de un pago importante, por un accidente que causó. Tengo que hablar con la abogada que está llevando el caso de mi madre, sólo falta que nos quiten la casa.

Harry estuvo a punto de decir que no tenía que pagar nada, que no quería nada pero luego recordó que a los efectos él estaba inconsciente en una cama de hospital.

-Voy a pensar en cómo te daré tu regalo de cumpleaños.

Niall sonrió.

-Entonces... ¿Me lo darás?

La sonrisa de Harry se hizo más amplia.

-Sí. Por supuesto.



Louis seguía muy quieto pero habían pasado quince minutos y su erección no sólo no había bajado, era igual de dolorosa y fuerte.

La habitación olía a jabón y a Liam.

Se levantó, agobiado de calor. Se dirigió al baño. Era doloroso caminar así, muy molesto.

Abrió el agua.

Si no fuera porque no quería abusar de la hospitalidad de Liam se bañaría como cinco veces al día.

La herida tiraba un poco, pero comenzó a disfrutar del agua tibia.

Dirigió la mirada a los jabones. Cogió el bote de gel que usaba Liam.

Olía a él.

No tenía esponja así que agarró la de Liam. Se untó bien de jabón y cerró los ojos sintiendo el agua caliente.

El vaho se formó contra el cristal y el gel formaba burbujas a sus pies. El agua caía y resbalaba por su cuerpo... Y acariciaba esa dolorosa carne dura entre sus piernas.

No bajaba.

Y pensar que Liam había estado ahí de pie y que ese era su olor no ayudaba.

Su mano resbaló por su abdomen enjabonado y su mano se detuvo justo encima de su pene hinchado.

Nunca había hecho eso pero sabía cómo se hacía, sus amigos del instituto hablaban a todas horas. Él había pensado en probar pero luego....

Pero ahora era ahora.

Y se sentía realmente como si Liam estuviese con él, mirándole con esos ojos castaños...

Cerró la mano en torno al pene. Las manos de Liam eran grandes y estaban tatuadas, se las podía imaginar sobre su miembro, podía imaginar sus palabras dulces aliviando su dolor.

El jabón facilitaba que su mano resbalase con facilidad. Buscó un movimiento que le gustase porque de verdad hasta dolía de lo sensible que estaba.

Movió la mano desde la base hasta la punta, repitiéndolo con constancia. El dolor se alivió o mejor dicho cambió. Ya no dolía, ahora su entrepierna se había convertido en el foco de un placer que se expandía hacia el resto de su cuerpo y era muy agradable.

Trató de tomar aire y se sorprendió al escuchar los gemidos entrecortados saliendo de sus labios. Le costaba respirar. Pero quería más.

A su cabeza vino la imagen de los labios de Liam y por un segundo pensó en cómo sería sentirlos en su...

El pene vibró y Louis se sentía al borde de algo, algo... Aceleró los movimientos de su mano... Y su imaginación volvió de nuevo a Liam y como sería si esos labios se abrieran y...

El mundo estalló, él estalló en pedazos y voló y a punto estuvo de caerse porque lo que estaba sintiendo era mejor de lo que nunca hubiera creído.

Se miró las manos, sucias de semen y esta vrz suyo para variar.

Se rió, un poco avergonzado pero demasiado feliz.

Media hora después estaba limpio, vestido y el baño limpio de todo resto de lo ocurrido.

Se preparó algo de desayunar y puso la televisión. Tras dos años en que apenas la veía se estaba poniendo al día.

La puerta se abrió. Se giró pensando que era Liam pero vio a una señora.

-¿Quién eres?

-Louis, el novio de Liam.

-Yo soy su madre.

We Took A Chance ||Narry||Lilo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora