Narra Camila.
-¡Abre la maldita puerta Camila! -gritaba mi padre desesperado.
Intenté abrir los ojos pero el sueño me vencía, escuche los pasos del ama de llaves, sabía que esa tonta le daría las llaves de mi cuarto. Abrió la puerta y abrí un poco mis ojos, pude ver cómo se hacía un poco hacia atrás mientras tosía por el olor a alcohol y cigarros, reí para mis adentros.
-¿Es en serio? Karla levántate ahora mismo.-dijo muy enojado, mientras abría las cortinas.
-Oye cierra eso, ¿qué de joven nunca tuviste cruda?-dije molesta, mientras cerraba las cortinas de nuevo y prendía la luz de mi cuarto.
-No puedes seguir así Camila, tienes que entender que esto no es bueno para ti.-dijo Alejandro un poco más calmado.
-No me vengas con esas cosas de paternidad y mucho menos empieces a fingir que te interesa mi bienestar.-respondí con más enfado.
-Me importas muchísimo hija...
-Si en verdad te importará mi bienestar, no me hubieras chantajeado con mantener tú sucio secreto, mamá no se hubiera llevado a Sofi y mucho menos se habría ido.-dije entre lágrimas y gritando.
-Karla, ya calmate, las cosas pasan por algo.-me respondió intentando poner su brazo en mi hombro.
-¡Ni se te ocurra tocarme! Eso qué pasó no fue un accidente, fue tú maldita culpa, si hubieras tenido fuerza de voluntad y tus pantalones arriba, cuando la zorra de tu secretaría se te insinuó.-eso lo grite aún más fuerte.
Escuché un gruñido y vi movimiento debajo de mi cama, cuando comenzó a salir un bulto.
-Rebeca, ¿qué demonios hacías debajo de la cama?-pregunté furiosa a mi mejor amiga.
-Estaba durmiendo, hasta que empezaste a gritar como desesperada. ¡Buenos días Señor Cabello!-saludo a mi padre. -Nos vemos en la escuela Mila.-salió de mi cuarto y se fue.
-¿Cuántas veces te he dicho que no llames a Meredith de esa manera? Ya crece y madura Camila! Si, quizás arruine las cosas con tú madre pero son cosas que ya pasaron...
-Jajajajajaja no sólo arruinaste tú matrimonio sino hasta mi vida, mi madre me odia y no quiere ni verme, mucho menos me deja ver a Sofía, no me digas qué hacer y mejor dejame en paz.-dije con furia.
-¿Está todo bien allá adentro?-se escuchó una voz desde afuera del cuarto.
-¡Largate Meredith, y regresa al burdel de dónde saliste zorra!-grité y lancé uno de mis zapatos a la puerta.
-¡Eso es todo Camila! Estoy harto de todo esto, te vas por las noches y te alcoholizas, fumas y regresas cómo si nada, si es que llegas porqué a veces regresas dos días después, y no se con qué tipos te metes...-Volví a interrumpir.
-Jajajajajaja, papá, te aseguro que son solteros, porqué no soy como otras ZORRAS, qué van arruinando matrimonios, si, es para ti Meredith, porqué se que sigues de metiche detrás de la puerta.-dije gritando.
-Te esperamos abajo para desayunar.-dijo mi padre indignado.
Me arreglé un poco, no planeaba ir a la escuela, baje silenciosamente las escaleras y escuché a mi padre peleando con su nueva esposa.
-Estoy harta de esa niña Alejandro, ¿por qué permites qué me insulte de esa manera? He intentado ser linda y cool con ella.-dijo entre sollozos.
Mi padre se limitó a abrazarla.-Te prometo que la voy a castigar Mere, no llores por favor, tengo un amigo que tiene una línea de ayuda y está solicitando gente para trabajar y atender a los chicos y gente que llama, le diré que Camila será voluntaria sin aceptar ningún tipo de paga.-dijo tranquilo y confiado.
-Alejandro, no te preocupes, qué vivir contigo y tú puta es suficiente castigo para mi.-dije mientras aparecía triunfante en la cocina.
Nos sentamos en la mesa, mientras el ama de llaves qué también hacía labores domésticas nos servía de desayunar.
-Ten mi niña, te hice tus hot cakes cómo te gustan.-dijo Galy.
A pesar de qué le había dado la llave de mi cuarto a mi padre para qué lo abriera, era imposible estar enojada con ella, era mi amiga, y también odiaba a Meredith y le hacía maldades a veces.
-¡Demonios! Galy, cuántas veces te he dicho que no le pongas nada de picante a mi comida.-grito la odiosa, mientras tomaba agua.
-¡Tú no eres mi patrona y no me vas a decir que hacer!-dijo Galy cerca de su oído para qué mi papá no la escuchará.
Cómo amo a Galy, siempre la deja callada, mi papá terminó de desayunar y se fue a trabajar. Y desde que se casaron Meredith no trabaja, se queda en casa e invita a sus terribles amigas a conversar y ver telenovelas.
Me levanté y me metí a bañar, necesitaba relajarme. Cuando salí mi furia aumento al ver a Meredith sentada en mi cama en mi cuarto.
-Creo que te equivocaste de habitación Meredith, esto es una casa, no un hotel y nadie solicitó tus servicios, pero puedo darte un poco de dinero para tú taxi.-dije sin mirarla, mientras me vestía.
-Camila, basta, estoy harta de qué me trates cómo basura, acepta ya qué tú padre me ama y qué se casó conmigo, te guste o no.-me miró con enojo.
-Ya terminaste? Ya te puedes ir.-le dije con burla.
Solo se limitó a negar con la cabeza y salir de mi cuarto. Toda la tarde me la pase acostada, viendo series y en Facebook. Cómo a las 6 de la tarde baje a cenar, Meredith veía la tele en la sala, me volteo a ver y me vigilo.
-No te haré nada, si te fuera a matar lo haría de frente, no soy una cobarde cómo tú.-le dije mientras me llevaba mi cena al jardín.
Escuche más tarde qué mi padre había llegado, salió al jardín y me miró serio.
-¿Qué pasa? Te acostaste con tu nueva secretaría y ahora vienes a contarme?-dije burlona.
-No es gracioso Camila, sólo vine a decirte qué mañana después de la escuela empezarás de voluntaria en la línea de ayuda. Te guste o no.-dijo con seriedad.
-Sabes, estuve pensándolo y me parece una gran idea, prefiero eso qué llegar y estar con tú inútil esposa.-le sonreí triunfante.
-Eres imposible Camila, tienes qué cambiar...
Me levanté y me dirigí a la entrada de la casa, sin prestarle atención a todo lo que me decía, me fui a dormir.
Hola, este es el segundo capítulo, cómo lo prometí. Espero disfruten está historia. Muchas gracias por tomarse tiempo y leer.
Nos leemos el otro sábado.💜
YOU ARE READING
Última Oportunidad.
FanfictionY si fuese la última oportunidad para qué sus almas se amen para siempre?