Última Oportunidad.

Capítulo 21.

Lucy salió del aeropuerto buscando frenéticamente a la persona que la recogería, encontró a un joven con un letrero "Lucy Vives". Se dirigió hacia él y le entregó sus maletas, caminaron hacia el carro. Mientras el chico metía su equipaje a la maleta, Lucy miraba por las ventanas del auto, Los Angeles era una ciudad bellísima, era una lastima que no fuera en calidad de turista, ella iba a hacer negocios.
El chico entró al auto y aguardo a las indicaciones de Lucy, que le dio 5 minutos después. Entonces realizó una llamada.

?: Hola?
L: Hola preciosa.
?: Lucy? Co...cómo conseguiste mi número?
L: Tengo mis contactos.
?: Qué quieres?
L: Qué no puedo llamar a mi ex novia?
?: Tú no llamas a menos que necesites sexo o dinero.
L: Escuchame bien, más te vale que estés en casa, porqué voy hacia allá. Tú y yo vamos a hacer negocios.
?: (suspiro) ok Lucy, no tardes.

Lucy estaba decidida, ella había puesto sus ojos en Lauren Jauregui, nadie podía decirle que no y mucho menos podían arrebatarsela, Lauren era suya, así pensaba.
Llegó a su destino alrededor de las 12 pm, la chica a la que llamó, la esperaba afuera.
-Hola Lucy.-exclamó con desagrado la morena.
-No hay tiempo para saludos, pagale y entremos a tú casa.-dijo Lucy con furia.
La chica rodó los ojos, sacó su cartera y le pagó al chico que había dejado a su inesperada invitada.
-Qué quieres?-dijo la chica molesta.
-Tú y yo vamos a negociar.-respondió Lucy con una sonrisa cínica.
-Cuánto dinero quieres?-preguntó la otra.
-No quiero tu asqueroso dinero Verónica, quiero que enamores a una chica.-respondió molesta Lucy.
-Jajajajaja estas demente.-río estruendosamente Vero.
-La vas a enamorar y luego la destruiras, aunque trabajaremos en equipo, porqué yo haré también mi parte.-explicó Lucy.
-Por qué simplemente no paras de lastimar gente Lucia?-gritó enojada su ex novia.
Lucy la tomó por los hombros y la pegó a la pared, acercó lentamente su rostro al de Verónica y empezó a rozar sus labios con los de ella, miro a Verónica, tenía sus ojos cerrados, anhelaba ser besada y Lucy no la dejaría con las ganas. El besó no fue lento ni romántico, fue apasionado, Lucy no tardó en deshacerse de la ropa de Verónica y de la suya. Necesitaba desatar la pasión desenfrenada que guardaba en su interior, qué había sido provocada por Lauren, porqué no era suya, era de alguien más. Se iba a desquitar con Verónica, a final de cuentas se lo merecía, suspiró y miró a la mujer que gemia bajo de ella, tomó un respiro y volvió a sus labios.
Después de 4 horas de desenfrenado placer, las dos chicas estaban acostadas en una cama, desnudas cubiertas solo por sábanas.
-Qué tengo que hacer para dañar a la tal Lauren?-preguntó Verónica ingenua.
-Quién te dijo su nombre?-pregunto sorprendida su invitada.
-Me llamaste Lauren un par de veces.-suspiró Vero.
-Tú me devolverás a Lauren.-respondió Lucy.
-Solo si me pagas con más noches así.-propuso Verónica.
-Las que desees.-sonrió Lucy.
Apagaron las luces y se durmieron, Verónica había firmado un pacto con el diablo.