Lee Sungjong es un humilde universitario becado. Una tarde se encuentra una oferta de empleo, sin imaginarse la clase de uniforme que tendría que ponerse.
Me acomodé el vergonzoso uniforme y me sujeté la diadema de encaje con un pasador mirándome al espejo de cuerpo completo del vestidor sólo para suspirar con pesar. Había logrado ingresar a una de las mejores universidades de artes del país que a su vez era muy costosa a pesar de ser becado. No era pobre pero tampoco podía darme lujos, y a una semana de haber empezado las clases y ver la lista de libros comprendí que no sería fácil poder costearla. Una tarde saliendo de la clases decidí dar una vuelta por el campus en un intento por despejar mi mente considerando seriamente las posibilidades de conseguir un empleo de medio tiempo. Caminé por los edificios del campus disfrutando la brisa fresca de los árboles cuando vislumbré el tabloide de anuncios de la facultad y en él un gran y llamativo letrero que ocupaba la mayor parte del tabloide:
" Se busca personal para cafetería Anímate a formar parte de nuestra nueva cafetería. Solicitamos a chicos guapos de mente abierta dispuestos a servir a nuestros clientes. Experiencia no necesaria. Horario accesible.
Entrevistas en el edificio C salón 23"
-..."mente abierta" a que se referirán con eso?
No tardé mucho en enterarme cuando al abrir la puerta del salón 23 me topé con un chico alto vestido de colegiala, con peluca de cabello corto, adornada con un listón. Donde rayos me había metido?
-Oh! Por fin un interesado! - exclamó tan sólo verme abrir la puerta corriendo hacia mi para jalar mi brazo y sentarme en una de las bancas frente al escritorio donde un chico con expresión sería tomaba notas.
-Mi nombre es Lee Sungyeol y él es Lee Howon. Como te llamas?
-Soy... soy Lee Sungjong - contesté nervioso, no muy seguro de estar en el lugar correcto - supongo que me equivo...
-Vienes por el empleo verdad? - soltó sin dejarme terminar - Eres lindo, sin duda eres el perfecto candidato para el puesto. No lo crees Howon?
El mencionado asintió con gesto serio mirándome de pies a cabeza volviendo a hacer anotaciones.
-Bien Jjongie! Abriremos una cafetería la próxima semana a un par de calles de los dormitorios de la escuela. El horario sería por las tardes, nosotros también somos estudiantes - dijo guiñandome un ojo causándome escalofríos - descansarías los sábados y en cuanto al sueldo... bueno, tendría tantos ceros como la colegiatura de la universidad. - sonrió con suficiencia.
-Estas... hablando en serio? - exclamé sorprendido pasando del hecho de que me había llamado "Jjongie"
Ambos chicos asintieron mirándome expectantes.
Evalué la oferta. Un suelo de 500,000 wons no sonaba tan mal considerando que era un trabajo de medio tiempo, lo que me hizo pensar si ellos necesitaban realmente abrir una cafetería cuando parecía que eran niños pijos.
-Que dices... aceptas?
-Pero en que consistiría mi trabajo?
-Bueno... por el momento sólo harías tareas simples como limpiar y atender a los clientes. La familia de Hoya administra una famosa franquicia cafetalera por lo que sabe algo de barismo, así que él podría enseñarte después a preparar las bebidas.
-Entonces sería algo así como un mesero verdad?
-Uhm si... algo así...
Pensé en las opciones que tenía de conseguir un empleo como aquel con buen horario y sueldo atractivo y la verdad es que no creía encontrar mejor oferta que la que me ofrecían los dos tipos raros que tenía frente a mi.
-Esta bien, estaré encantado de trabajar con ustedes.
-Perfecto! -exclamó el tipo de la falda sonriendo mostrando sus encías - No te molestaría firmar un contrato verdad? Por ahora serían 3 meses y si ves que es lo tuyo, lo ampliamos.
Asentí contento pensando en que ya no tendría que vivir a base de sopas instantáneas y arroz. Con este empleo incluso la idea de comprarme una laptop era viable y con ese soñador pensamiento en la mente firmé sin leer las condiciones del contrato, sin saber que le había vendido mi alma a Lee Sungyeol.
Había pasado por alto el hecho de que solicitaban a alguien de "mente abierta" y debí imaginarme que si te contrataba un chico vestido de colegiala ofreciéndote un sueldo superior al de un profesionista, esperaba algo más de ti. Algo que se encargó de omitir hasta mi primer día de trabajo, el día de la apertura, mostrándome mi uniforme.
-Vamos Jjongie sal! Queremos ver que tal te queda! - me llamó mi nuevo jefe.
-Sungyeol... esto no es precisamente un uniforme de mesero... - me quejé saliendo del vestidor.
-Wow! Te ves super lindo Jjongjjongie!!! - gritó al verme, aplaudiendo dando saltitos - serás una maid muy popular!
Definitivamente este no era el empleo que había esperado.
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