4. Descubriendo Sentimientos

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Esa noche, por increíble que pareciera fue mi primer beso.

Cerré los ojos fuertemente mientras sentía los labios de Myungsoo sobre los míos tomando mis mejillas entre sus manos buscando abrirse paso a mi boca que le correspondía de manera torpe. Lamenté tanto ser un inexperto y no saber besar.

-¿Sungjong? - susurró mientras yo seguía con los ojos cerrados esperando que siguiera besándome.

Abrí mis ojos lentamente, con su rostro todavía tan cerca del mío. Me ruboricé avergonzado de mis propios deseos.

-Eres tan adorable - soltó entre risitas - ¿Vamos a casa?

Asentí tímidamente. Caminamos en silencio por las oscuras calles hacia los dormitorios que no quedaban muy alejados de la cafetería. Toda mi mente era un torbellino de confusión y vergüenza. ¿Qué había significado ese beso? Myungsoo en definitiva no me desagradaba y por supuesto aquel contacto lo había disfrutado pero nunca me había puesto a pensar sobre mis sentimientos hacia él y en aquel momento me costaba analizarlo al venir a mi mente sus labios suaves, su aroma varonil y su respiración entrecortada buscando profundizar nuestro beso. Mi primer beso...

-¡Sungjong!

-¿Eh? - voltee distraído hacia Myungsoo quien había dicho algo  mientras me perdía en mis pensamientos.

-Te decía que hemos llegado a tu edificio... a menos que quieras ir al mío.

Sentí mi corazón a mil por hora.

-Ah... es-este... yooo - las palabras se atascaron en mi garganta.

-Estoy jugando - rió - entra que hace frío.

Lo miré timidamente, dando una ligera reverencia hacia él como despedida. Pero antes de dar siquiera dos pasos hacia el edificio, su mano me tomó del brazo jalándome hacia él para tomar nuevamente mis labios, con el viento alborotando nuestro cabello.

-Que pases una buena noche - susurró apoyando su frente contra la mía, y sin más, se fue desapareciendo en la penumbra dejándome sólo sin poder decir nada. Aunque... ¿Qué era exactamente lo que diría?

Pasé el resto de la noche dándole vueltas a mi cama pensando en Myungsoo, en mi amigo que me había besado sin motivo aparente, en mis ganas de no querer apartarlo.
¿Me gustaba? ¿Lo quería? me cubrí la cara con las cobijas...

¿Myungsoo... me quería?

La mañana llegó acompañada por una fuerte lluvia. Esperé a Myungsoo
en la entrada de mi edificio cerca de media hora con la ansiedad brotando de mi, raramente se retrasaba. Un inexplicable temor comenzó a crecer en mi pecho al pensar que tal vez por lo de anoche no fuera por mi como lo hacía últimamente, vaya, ni siquiera yo estaba seguro de como actuar con él ahora. Consciente de que si no me iba pronto llegaría tarde, eché a correr hacia la facultad con paraguas en mano; Myungsoo y yo compartíamos una clase a medio día, así que con seguridad lo vería ahí. Me vi deseando que llegara la hora para volver a verlo aunque mi temor de que las cosas fueran extrañas entre nosotros o que incluso estuviera huyendo de mi seguía latente en mi pecho.

Sin embargo, Myungsoo no entró a clase y para decepción mía, no lo vi el resto del día.
Emprendí mi camino solo hacia Maid Café esquivando a uno que otro admirador que veía su día de suerte al no estar Myungsoo conmigo. Triste y cabizbajo pensé seriamente en la posibilidad de que después de todo si se estuviera escondiendo de mi, que los besos de ayer hubieran sido un error del que se había dado cuenta muy tarde.

-Pero que cara tan larga traes Jjonjjongie ¿sucede algo? - me preguntó Yeol con preocupación al verme llegar - ¿Dónde esta Myungsoo?

-No... no lo sé - Hoya y él intercambiaron miradas cuando la puerta principal volvió a abrirse con Sunggyu entrando con un enorme paraguas, apresurado.

-¡Siento el retraso chicos! Soo se enfermó y tuve que pasar a verlo antes de venir para acá.

-¿Que tiene Myungsoo? ¿Esta bien? - pregunté repentinamente ansioso al escuchar noticias de él.

-Oh nada grave... anoche tuvo un pequeño malestar estomacal y amaneció un poco débil, el doctor le recomendó reposo así que no fue a clases hoy.

El alivio se extendió por mi pecho al escuchar las palabras de Sunggyu. Después de todo la ausencia de Myungsoo no había sido por mi. Pero el alivio pronto se vió sustituido por la preocupación de saberlo enfermo y solo.

-No te preocupes Sungjong, él esta bien - agregó Sunggyu al ver mi cara, alborotándome el cabello -. Mañana ya lo verás rondando por aquí.

Nos preparamos para dar servicio aquella tarde.
Apenas consciente de lo que hacía fui de mesa en mesa atendiendo pedidos enfundado en aquel uniforme que parecía gustarle mucho a los comensales. No podía evitar sentirme preocupado y no podía dejar de pensar en Myungsoo, en si habría comido bien, si habría tomado alguna medicina...

-¡Hey Jjongie ven aquí! - me llamó Yeol quién se encontraba en la barra con Hoya -. Toma, cámbiate y lleva este pedido especial a esta dirección - me entrego un par de bolsas con un termo, fruta y un papel doblado.

Leí el papel, era la dirección del edificio donde se encontraba el dormitorio de Myungsoo. Los miré a ambos confundido, nosotros no hacíamos entregas a domicilio.

Sungyeol me guiñó un ojo.

-Anda ve y tómate el resto del día.

Sonreí agradecido comprendiendo sus intenciones corriendo a los vestidores para quitarme aquel espantoso cosplay ante la inquisidora mirada de Sunggyu que parecía no saber nada.

No fue difícil encontrar la habitación de Myungsoo, los pasillos se encontraban prácticamente vacíos, era raro el estudiante que se encerraba en su habitación a esas horas por mucho que lloviera fuera. Toqué la puerta súbitamente nervioso de importunarlo o incomodarlo con mi presencia. Estuve a punto de regresar por donde había venido cuando la puerta se abrió.

-¿...Sungjong? - un sorprendido Myungsoo vestido sólo con pantalones de pijama me miraba con evidente sorpresa.

-Hola - sonreí algo intimidado de verlo sin playera.

-¿Que haces aquí?

-Bueno... te traje algo de comer... esperando que t-te encuentres mejor - bajé la mirada sintiéndome tonto - Es té de hierbas y... también traje un poco de fruta...

Y sin dejarme terminar mi penoso discurso, me jaló hacia el interior de su habitación, ciñendo sus brazos sobre mi cuerpo, abrazándome. Podía sentir su cuerpo caliente contra el mío.

-Te extrañé mucho - murmuró contra mi oído - lamento no haber ido por ti esta mañana.

Un cálido sentimiento me invadió al escuchar sus palabras. El día había sido tan triste sin él, tan angustiante al pensar en la probabilidad de que huía de mi. Yo también lo había extrañado. Mis manos cobraron vida propia correspondiendo a su abrazo con las bolsas cayendo al suelo, pasando por alto su espalda desnuda.

-Yo... también te extrañé - confesé embriagado con su aroma, maravillándome de mis propias palabras.

Myungsoo me tomó del mentón mirándome de manera radiante, con aquella sonrisa que revelaba sus hoyuelos y, acortando más nuestra distancia, me besó con el más tierno de los roces.

-Te quiero... -susurró.

Miré hacia aquellos ojos negros que me miraban con dulzura tratando de asimilar sus palabras. De controlar los latidos de mi corazón que amenazaban con salir del pecho.

-Yo... yo también te quiero.

 yo también te quiero

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Maid Café (MyungJong MiniFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora