Amados Por El Mundo

Capítulo 4: Iniciando Un Viaje - En Busca Del Hakuryū.

Un resplandor de luz blanca apareció dentro de un almacén; de éste emergió la figura de una adolescente.

-Uff... -exclamó en alivio.

-Bienvenida de regreso, Diana-Sama -hablaron dos niñas al unísono.

-Hola, chicas -les sonrió -¿Cuánto tiempo estuve fuera?

-Dos semanas, Diana-Sama.

-Ya ve... ¿Diana?

-Usted a obtenido un asiento entre los Sagrados... -inició la pili-gris.

-Ahora que su primera reunión de Consejo a concluido con éxito, usted a obtenido oficialmente la bendición de los cuatro pilares...

-Los Dioses se han conocido por diferentes nombres en diferentes regiones pero su poder es el mismo, y usted es su protegida...

-Por consiguiente, deberá de honrrar su existencia adoptando el nombre de Diana en su vida mundana... -finalizó Kam.

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Era la mañana de un nuevo día, el sol brillante y la brisa fresca eran una combinación perfecta. Pero para una adolescente sentada en un pupitre la belleza de éste día era irrelevante.

-Yo ya sabía que debía de presentarme con el nombre de "Diana" en el Cónclave, pero de ahí a usarlo en vida cotidiana... -suspiró -Es un poco extremo.

Su salón poco a poco se vio repleto de alumnos, entre ellos un joven de ojos verdes se hizo presente.

Tan absorta en sus pensamientos se encontraba que no se percató de cuando alguien se le acercó -¡Aaiihh! -exclamó en dolor.

-No exageres, sólo te tinkie en la frente -comentó enseñando los dos dedos que utilizó para el acto.

Se froto el lugar afectado -A eso se le llama capirotazo*.

-¿De dónde sacas esas palabras tuyas? Parece que nunca se acaban.

-De un diccionario, ¿Y bien? ¿Querías decirme algo?

-¿Por qué piensas eso?

-Llegaste y me golpeaste, creo que querías mi atención.

Se sintió cabreado -Te ausentaste por dos semanas...

-¡Chicos a sus asientos! -ordenó el profesor interrumpiendo su conversión.

-Hablaremos luego -le informó el chico.

La adolescente dio un profundo suspiro -Silver está molesto... -dirigió su vista a la ventana -¡Aagh, mooh! ¡No tengo tiempo para algo como eso! No con la desaparición del Hakuryū de por medio...

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Cuatro meses antes...

Tras dos semanas de un arduo viaje Lia y Hasarah finalmente consiguieron llegar a las afueras de la propiedad.

-Dos semanas, ni siquiera a caballo conseguimos ahorrar un minuto de viaje.

-Mis disculpas, debí de haber solicitado una...

-No, estamos huyendo ¿Recuerdas? Sería muy sospechoso y nos daría menos tiempo. Con eso dicho, ¡Está barrera es un fastidio!

-Señorita ¿Qué deberíamos hacer ahora?