Solo un día.

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-Eii taxi, taxi...

Como odio esa frase (taxi, taxi), es como que si no supiera que lo soy; recordarme cada cliente que soy un simple y ordinario taxista. Que puede haber de interesante en serlo. Quien en su sano juicio querría ser un taxistas; nada de lo que un día soñé que sería, y es que algunos sueños se vuelven realidad, pero la realidad de muchos es que solo son un sueño. Quien puede detenerse un minuto a pensar en lo que quiere ser, con lo rápido que va esta vida, quién puede sacar un tiempo y meditar, por ejemplo: yo quería tener mi propia empresa y ser un gran administrador de mucho éxito; no todos nuestros sueños se pueden hacer realidad, tenemos que jugar las cartas que la vida nos tira en la mesa,unos ganan otros pierden, pero tenemos que jugar, y ps vamos a jugar...

-Eii taxi, taxi...

Y el señor intenso me interrumpe de mis sueños (esta mala costumbre de estar soñando despierto)

-Sí señor, ya le escuche; dígame usted dónde necesita que este humilde servidor le lleve (solo porque me paga, de lo contrario ni le montaría, viejo molestoso).

-Al aeropuerto por favor. Y cuanto antes mejor, voy retrasado y me deja el avión.

Porque las personas suelen dejar todo para ultimo minuto, como si el tiempo se detiene hasta que decidan tomarlo en cuenta para que el señor minutero siga su camino hasta la señora hora.

Al llegar a su destino, muy amable y con una propina de $15.00 se despide el viejo molestoso, que ahora ya no me parece molestoso, más bien le llamaría generoso... Bueno otro cliente satisfecho, ahora a la casa, ya las 6 de la tarde a 15 kps, con una música de fondo de Jenn Johnson en su forma tan inspiradora de cantar, me siento relajado y espero llegar para descansar.

Una vos dulce y delicada me recibe al llegar a casa;

-Hola Elliot, que tal tu día? Pregunta mi querida y hermosa cuñada.

-Estuvo bien, siempre se ven cosas nuevas al tratar con las personas. Y Jackob donde está?

-Está en la habitación leyendo un poco. Voy a estar con el, nos vemos en la cena.

Mi hermano y su esposa, son inseparables. Pasan la mayor parte del tiempo juntos no importa si la actividad que uno esté haciendo le gusta al otro o no. Desde que se conocieron a sido así, y en realidad después de todo lo que hemos pasado me gusta que vuelva a ser feliz.

Recordar todo lo que nos toco vivir, y ver ahora dónde estamos, me da una enorme tranquilidad y de una forma u otra creo que alguna fuerza divina estaba con nosotros.

Luego de una noche tranquila, una cena en casa (muy deliciosa por cierto) con la única familia que tengo, mi hermano Jackob y su esposa Babii y una copa de vino, me voy a la cama para descansar de un día más que llega a su final; como todo en esta vida que tiene un final, hasta la vida misma tiene un final... La muerte.

RECORDANDO UN SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora