SALIDA DE EMERGENCIAS

52 5 8
                                    

Los días se hacían más largos, las noches más oscuras y silenciosas desde aquel día en que vi a Jackob en esa cama postrado. Parecía dormido, así tan quieto como muerto... Ya han pasado 3 meses y todo sigue igual, de nada sirve tanto esperar cuando ni los doctores pueden dar esperanzas, la desesperación me va a volver loco y probablemente el muerto sea yo. Pero no podría hacer mucho un niño de diez años como yo, para intentar ayudar a su hermano de 9 años, que está entre la vida y la muerte por mi culpa.

-Elliot ven pronto, el doctor nos quiere decir algo, y parece ser importante. Dice mi madre desesperada tomándome del brazo y llevándome casi corriendo.
-sra. Valentain -dice el doctor con cara de tranquilidad- me emociona comunicarle que su hijo a mostrado grandes mejorías...
-sea sincero y háblenos claro doctor, por favor. Interrumpí al doctor al no soportar la incertidumbre.
-no les puedo dar falsas esperanzas, pero lo que sí les puedo decir es que Jackob parece ser un guerrero y lucha por vivir.

Esas palabras no me sorprendieron mucho, sabía que mi hermano aunque más joven, era más fuerte y valiente que yo. un guerrero, no se dejaría vencer así de fácil; en cualquier momento se levantaría e iríamos a casa como antes, a comer lasaña y jugar play station.

mi madre una devota creyente de Dios nunca seso de hacer sus oraciones, y es que siempre lo e dicho: una fuerza divina nos ha cuidado siempre a Jackob y a mí...Dios siempre la escucho y el 25 de diciembre como regalo del cielo recibimos una noticia maravillosa.

-sra valentain, Elliot pasen por favor -nos invita a pasar el doctor a su oficina decorosa, con poca luz y grandes butacas que en realidad todo parecía una sala de médico psiquiatra- les tengo muy buenas noticias. Sé que estos meses -continuó el doctor con una sonrisa en el rostro- no han sido fáciles para ambos, pero milagrosamente todo el pronóstico a cambiado; su hijo a aceptado todo el proceso y los medicamentos, esta mañana abrió los ojos.

Mi madre no soporto lo despacio que el doctor hablaba y sin controlarse se levantó del asiento y golpeó su escritorio lustrado mientras le gritaba...

-ya está despierto? No nos de tanto rodeo y díganos de una buena ves cómo está mi hijo.
-cálmate mamá, deja que termine de hablar. Proferí mientras trataba de devolverla a la silla.
-señora, escuche a su hijo y permítame terminar; como le decía, Jackob abrió los ojos esta mañana. Es un buen síntoma, a salido del coma pero aún sigue en observación, al parecer puede escuchar y entender pero aún no puede moverse ni hablar...
-podemos verlo doctor? Vuelve a interrumpirlo mi madre.
-lo mejor sería dejarlo descansar, y ya mañana depende su estado pueden verle.
-está bien doctor, gracias.

Ante tanta amabilidad no supe que más responder al doctor, aunque por dentro moría por escabullirme y entrar a ver a Jackob. En realidad las ganas son más fuertes que la razón.

Pasadas las 12 de la media noche, mi madre dormida y poca personas en la sala, fui lo más sigilosamente posible entrando en las habitaciones oscuras del hospital hasta que estaba ahí, frente a aquel cristal enorme que está mi hermano; postrado aún como muerto, sin moverse, sin hablar, solo postrado como un vegetal. Intente abrir la puerta cuando de la nada...

-de prisa, por aquí. El doctor en su labor, dando instrucciones a sus enfermeras me interrumpen de mi intromisión secreta. -que haces aquí Elliot- pregunta el doctor con su rostro sorprendido y hasta enojado- es muy tarde, y esta área es solo para personal autorizado; regresa ya con tu madre y mañana podrás venir si Dios quiere.

Que ''si Dios ni que nada'', si Dios hubiese querido Jackob no estaría en esta situación, no hubiéramos pasado todo esto; pero no, el quizo que esto nos pasara y ver cómo sufrimos. háblele de Dios a mi madre a mí no me moleste con ese cuento de hadas.

RECORDANDO UN SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora