Capítulo 1: Isn't the time.

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—Atsushi, llegaron las fichas... ¿Las verás ahora? —escuché la voz de mi madre hablando desde fuera de mi habitación.

Me encontraba jugando, por lo que en verdad no puse mucha atención y solo asentí, olvidando por completo el hecho de que ella no podía verme. Estaba ganando, por lo que mi concentración estaba puesta completamente en llegar al final aun conservando el primer lugar, claro que eso no duró mucho, ya que la pantalla se había apagado, dejando de proyectar el juego...

Mi madre había entrado a la habitación y había desconectado la consola, consiguiendo llamar mi atención, aunque de mala manera. Iba a reclamarle, pero su ceño fruncido me decía que era mejor no hacerlo, por lo que decidí guardar silencio y esperar a que dijera lo que tenía que decir y así poder volver a jugar. Cuando notó que yo no diría nada comenzó a hablar otra vez.

—Llegaron las fichas, toma—me entregó una carpeta roja, la cual recibí sin ningún tipo de emoción—debes revisarlas lo antes posible, están filtradas, tal como lo pediste—fruncí el ceño, mientras mi rostro mostraba una expresión de desagrado—Sabes que solo te queda un mes para elegir... Todo saldrá bien, no tienes que preocuparte—vi cómo se acercó a mí y acarició mi cabello, mientras me regalaba una pequeña sonrisa para luego salir de la habitación.

Tiré la carpeta sobre la cama, y me levanté para volver a conectar la consola, maldiciendo por lo bajo el haber perdido el juego por un asunto tan estúpido como lo era el encontrar una pretendiente...

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En un mundo así las personas como él estaban destinadas al fracaso... Lo supo desde que tenía catorce años y el doctor había marcado con rojo la palabra "infértil" en su registro. Para un omega aquello era la perdición... El mundo donde habitaban era regido por alfas quienes solo creaban reglas a su favor, así es como los omegas tenían como única labor dar a luz a los hijos de éstos, por lo que ser infértil lo hacía inútil, su única labor no podía ser cumplido.

Se tiró en la cama, habían pasado casi diez años desde eso, y aunque había decidido seguir, aquello aún lo acomplejaba. Cuando supo que era un omega había maldecido al mundo, no era lo que esperaba... Pero claro que luego de largas y emocionantes charlas con su madre había logrado sentirse tranquilo con eso. Comenzó a escuchar tantas historias de amor que hasta los trece años su sueño era el tener una bella familia y una pareja a la que pudiera amar, y por supuesto le amará también.

Eso no duró mucho, ya que, a los catorce años, durante una visita al médico descubrió que su sueño no sería cumplido... Era infértil, por lo que nunca podría tener hijos, y si no podía tener hijos ningún alfa se interesaría en él, nunca.

Sacudió la cabeza, intentando dejar de pensar en aquello, aunque sabía que era imposible, pero por lo menos intentaría distraerse, aquel tema no era su favorito, no desde que había decidido vivir su vida como un beta cualquiera.

Había llegado hasta hace poco a su casa, sus vacaciones habían comenzado, por lo que tenía pensado ir a ver a su familia, ya había pasado tiempo desde la última vez que se vieron todos. Por lo que sabía su hermana, Chigusa, estaba en busca de algún pretendiente... Aquello lo hacía feliz, al igual que él, su hermana había crecido con el sueño de formar una familia, pero ella sí tenía esa posibilidad de hacerlo realidad.

Sonrió con nostalgia y decidió mandar un mensaje a su madre, anunciando su visita próxima, le haría bien pasar tiempo con toda su familia.

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Resignation [MuraMito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora