Detalles

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[*se va a tomar por culo* ok no xD No sé por qué pero estoy viendo que esta historia va a ser una mierda pinchah en un palo y nadie la va a leer :'D Pero meh~ Yo sigo escribiéndola porque me gusta :D *sale volando*]

Después de salir de aquel bar, me dirigí hacia mi "casa". En realidad lo que yo llamo casa es un edificio abandonado donde no hay nadie por los alrededores, así que puedo estar algo más relajado y tranquilo. Es un viejo bloque de pisos, con la mayoría de las paredes derrumbadas, pero no necesito nada más. Siempre paso la noche en la azotea y no suelo dormir nunca, ya que no lo necesito. Siguiendo mi rutina, subo hasta la azotea y me tumbo en el suelo pensando la manera en la que podría hacer que la última semana con vida de mi víctima fuese entretenida para ambos, y el porqué de su muerte. Puede que sea el Dios de la muerte, pero hasta que no les llega el final a mis víctimas no sé cómo morirán. Yo solo estoy aquí para rematarles y llevarme sus almas. Así que... Lo más probable es que ese muchacho muera en un accidente o por alguna razón sea asesinado. Puede pasar cualquier cosa.

Ya de mañana, me preparo y salgo a dar una vuelta por la ciudad para conocerla mejor. Visito todas sus calles y tiendas ya que puede que más adelante venga de nuevo por aquí. Al rato me detengo delante de una de las tiendas y entro sin motivo alguno. Avanzo un poco y comprendo la razón por la que entré. Hay un anciano tirado en el suelo con una multitud a su alrededor intentando ayudarle. De poca ayuda serán... Me acerco más y analizo por encima la situación. Al parecer esta teniendo un ataque al corazón, así que no hay nada más que hacer. Me aproximo un poco más a la víctima y quitándome uno de mis guantes le toco la cabeza, haciendo que el hombre muriera en el acto. Me alejo con disimulo poniéndome de nuevo el guante, por suerte al haber tanta gente a su alrededor nadie se percató de mí, y salgo de la tienda como si no hubiera pasado nada. Algo alejado de esta veo pasar la ambulancia.

- Siempre llegan tarde...~

Acercándose las 8 de la tarde, vuelvo a ir al bar de ayer. Esta vez hay menos gente, y me acerco a la barra con mayor facilidad, sin tener que esquivar a adolescentes borrachos o tíos peleándose. No es que fuese un bar tranquilo de todos modos...

- Hola, ¿en qué puedo-? Anda~ Has venido.
- Claro~ Te lo dije ayer ¿no?

Le sonrío levemente, y le extiendo 2 dólares.

- Una cerveza por favor.
- Marchando~

Se aleja para coger un vaso y rellenarlo.

- ¿Cuándo acabas? De trabajar digo.
- Pues... Ahora a las 8.

Me entrega la cerveza y sonríe como siempre.

- Aquí tienes~
- Gracias...

Le doy un sorbo, volviendo a dejar el vaso en la barra, y lo miro de reojo cuando escucho su pregunta.

- ¿Por qué lo preguntas?
- No, por nada... Era para preguntarte si querrías dar una vuelta después~
- C-claro~ Por qué no~

Me seguía sonriendo con cierto nerviosismo que, aunque intentaba disimular, para mí era muy notable.

- Vaya... Pensaba que dirías que no.
- ¿Hm? ¿Por qué?
- No sé... ¿Porque soy un completo desconocido para ti, tal vez~?
- Bueno... Me llamo Alfred y tengo 19 años~ ¿Y tú?

Me quedé un momento callado, no pensaba que sería tan abierto. Aunque eso me facilitaría el trabajo.

- Arthur... y tengo 23 años.

Está claro que no tengo 23 años, pero no le iba a decir mi edad real.

- Ahora ya no somos completos desconocidos~

Me sonríe y suelto una leve risa.

- Supongo que no.
- ¡Oye! ¡Camarero!
- Hm... Me llaman, tengo que irme.
- Te espero aquí.

Le sonrío tomando de nuevo el vaso, mientras él se iba a atender a algunos clientes.

Un poco más tarde, nos encontramos ya fuera del bar caminando por la calle.

- Bueno... ¿Adónde quieres ir?

Es mejor que elija él, después de todo esta será su última semana.

- Hm... Me da igual~
- Tendrás algún sitio favorito o algo por el estilo ¿no?
- Sí... Se podría decir que sí~
- Entonces vamos allí.

Me giro un poco hacia él para verle, encontrándome con sus ojos.

- De acuerdo~ Habrá que darse prisa antes de que cierren.

De repente me coge de la mano tirando de mí. Por acto reflejo me separé de él deteniéndome, a lo cual me miró algo confuso. Si no llego a tener el guante puesto ya habría muerto...

- Perdona si...
- No es nada, no estoy acostumbrado a eso...

Le sonrío intentando, de alguna forma, convencerlo. Avanzo un poco caminando de nuevo.

- Bueno, ¿no decías que nos diéramos prisa~?
- ¡Claro~!

Me alcanza con energía y nos dirigimos hacia una tienda de videojuegos. De alguna forma me esperaba algo así.

- Es mi tienda favorita de la zona~ Tiene muchos juegos.

Entra rápidamente y da una vuelta por toda la tienda como si fuese su propia casa. La tienda en sí era algo pequeña pero es verdad que tiene muchos juegos diferentes. Yo lo sigo por detrás observándolo. Siempre tenía una sonrisa permanente, como si no se cansase de ella...

- ¿Arthur? ¡Oye~!
- ¿Eh?
- Estabas en tu mundo~ Hahaha~
- Perdona... Será el cansancio~
- Si quieres ya podemos irnos, ya lo vi todo~
- Está bien.

Salimos de la tienda, caminando calle abajo.

- Lo siento si te has aburrido en la tienda...
- No pasa nada. Además, fui yo quién dio la idea~
- Está bien... P-por cierto.
- ¿Hm?

Nos paramos frente a un bloque de pisos, al parecer recién construido. Es totalmente blanco y casi parece un rascacielos. Así que aquí es donde vive...

- Esto... ¿V-vas a venir mañana de nuevo?
- Claro~ No tengo nada que hacer.
- Bien~ Pues entonces nos vemos mañana~

Se despide sonriéndome, desapareciendo por el portal.

[Ya avisé de que no iba a salirme un Picasso (?) avisé ¿no? xDD Weno ahí se queda la cosa :'D *Eva out*]

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora