4 de julio

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Cuatro de julio, día de la independencia de Estados Unidos. Hoy era un día de celebración para la mayoría de los estadounidenses y aun cuando no era muy patriótico me estremecía al escuchar nuestro himno y ver el espectáculo de los fuegos artificiales. Desde hace algunos años los chicos y yo y más recientemente junto con Alice y Rosalie, hacíamos ese día una barbacoa para más tarde poder ir al centro de la ciudad y observar los fuegos artificiales. Este año se iba a unir a nuestra celebración Bella, quien al parecer se había hecho una gran amiga de las chicas.

Ella me confundía, por un lado un día me decía que no me enamorara de ella y al siguiente me dice que no todo es lo que parece. De hecho estos días habían sido un tanto confusos, había días que pareciera que solo quería ser una amiga y otros en donde la capturaba mirándome apartando la mirada rápidamente. Incluso en algunas ocasiones me hacía pensar que tenía algo con Mike, quien se portaba de una manera demasiado confianzuda y como si fuera su propiedad.

— ¡Edward, estas quemando la carne!— Emmett me apartó del asador y volteo los pedazos carbonizados – Te odio. No se preocupen bebés, papi los salvara.

— ¡Dios, Emmett!, es solo carne. Además compraste comida para un ejército— me reí de él.

—Te perdonaré solo si me dices en quien pensabas tanto— subió y bajó sus cejas. Bufé por su respuesta.

—No te diré nada

—Pues no necesitas decirlo porque todo tu rostro indica en quien estabas pensando— me sacó la lengua infantilmente, no pude más que rodar los ojos ante la actitud de Emmett.

Preferí entrar a casa de Rosalie y ayudarles en lo que sea que estuvieran haciendo. Pero me sorprendió entrar y ver sentada a Bella en la cocina hablando con ellas.

—Hola, Edward.

—Hola. No sabía que habías llegado —llegué a su lado y le di un rápido abrazo.

—Acabo de llegar, estaba saludando a las chicas. Gracias por invitarme, pensé que tendría que quedarme en mi departamento viendo los juegos artificiales por televisión.

—Nunca hubiera permitido que pasará eso —Alice le dijo. Me paso una ensaladera, las chicas agarraron el resto de las cosas y caminamos hacia el patio —nadie debe de pasar el 4 de julio solo.

—Hola, Bellita —Emmett la saludó levantando su cerveza. Bella le regresó el saludo, al mismo tiempo que saludaba a Jasper que acababa de entrar lleno de bolsas de WalMart.

—Diablos, sí que son unas alcohólicas ¿de verdad necesitaban tres botellas de vino tinto? —Jasper puso las bolsas en la gran mesa.

—Buu, Jasper. Eres un aguafiestas —Rosalie le aventó un pedazo de pan y a Emmett casi le da un paro—Esas son para cuando regresemos ¿no esperas que veamos los fuegos artificiales y cada quien para su casa, verdad? La fiesta continuara aquí.

—Ajá, seguro.

— ¿Podrían por favor dejar de jugar con nuestros sagrados alimentos?—Emmett interrumpió la pelea entre Jasper y Rosalie lo cual le ocasiono que lo llenaran de tomates y panes, ganando la risa del resto.

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—Cuéntanos Bellita, ¿Cómo es trabajar con el cerdo de Newton? —Alice le preguntó a Bella, Rosalie me dio una mirada significativa que preferí ignorar.

—Ugh, lo describiste muy bien —dijo antes de morder su hamburguesa —Es un cerdo machista y además de todo es un acosador.

—Ni que lo digas...tal vez no sabías pero dicen que Lauren, su antigua asistente, se fue de la empresa porque sufría de acoso y el la amenazó.

¡No te enamores!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora