No te vayas

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Cuando desperté no estaba en mi cama, ni en la de Bella, tampoco estaba en la oficina. Solo había una luz muy brillante frente a mí y todo era blanco ¿acaso había muerto? ¿Estaba en el cielo? ¿Es así como se siente la muerte?

— ¡Edward! ¡Oh dios, por fin despertaste! — Una mano tomó la mía, giré mi rostro y vi a mi madre.

— ¿Mamá? ¿Tú también moriste? ¿Estamos en el cielo? — Incluso mi voz salía más calmada, tal vez era un efecto de estar cerca de nuestro señor.

—Oh, no querido. Estas en el hospital.

— ¿En el hospital? — le pregunté, lo último que recordaba era ver a Bella arrestando a Mike.

—Sí, tu novia Bella, la cual por cierto es una muchacha encantadora, nos llamó para decirnos que te habías desmayado y golpeado la cabeza.

—Y ¿estoy bien? ¿No tengo algún tumor o algo así? —pregunté preocupado.

— En realidad ellos descubrieron algo... ¡que tienes un lindo lunar en tu trasero! Tiene forma de corazón y está en tu pompa izquierda.

—Muy graciosa, mamá.

—Lo siento, Eddy. No pude evitarlo, eres muy gracioso...pero cambiando de tema, no tienes nada grave que amenace tu vida —Rodé los ojos ante sus palabras —Por cierto, tu novia Bella no se ha despegado desde que llegamos aquí, tuve que mandarla a que caminara y se despejara un poco, la pobre casi se queda sin uñas.

Un toque en la puerta interrumpió nuestra plática.

— ¿Se puede? —la cabeza de Bella se asomó por la puerta.

—Adelante querida —Mi madre, Esme se levantó de su asiento —aprovecharé que estas aquí para buscar a Carlisle. Debe de estar discutiendo con los médicos. Mamá camino hacia la puerta y me guiño un ojo antes de salir.

— ¿Cómo te sientes? — Bella se sentó en la orilla de mi cama.

—Bien, ¿qué fue lo que paso?

—Tuviste un ataque de pánico, te desmayaste y golpeaste la cabeza muy fuerte. Por precaución te trajimos al hospital.

—No... ¿me refiero a que paso dentro de la oficina de Newton? ¿Quién eres Isabella Swan? —Bella mordió su labio, me miraba y apartaba la mirada.

— ¿De verdad quieres saber? —Me preguntó y yo asentí— Soy... era un agente encubierto, trabajo para el FBI.

— ¿Y qué más? — Bella suspiró exasperada.

—No soy asistente y no trabajo para Crowley &Chenney. La empresa empezó a ver movimientos extraños en la sede de Seattle, tanto económicos como problemas con los empleados, la denuncia de Lauren si llego hasta las oficinas centrales. No teníamos las pruebas suficientes para incriminar a Mike por lo que Ángela, mi mejor amiga e hija del dueño de la empresa sugirió que yo podía entrar de infiltrada a la empresa.

— Así fue como llegaste— confirmé. Bella asintió.

—Se suponía que sería algo rápido, haría algunas amistades para enterarme de los movimientos de Mike, lo atraparíamos y me iría. Pero apareciste tú, chico listo. No podía decirte nada porque iba en contra del plan y seamos sinceros podías haberlo arruinado tal como casi lo haces.

—Bueno, ahora muchas cosas tienen sentido, tus preguntas por Lauren, tus llamadas sospechosas, el que sepas disparar y que...me dijeras que no me enamorara de ti —Bella asintió —¿Y ahora que pasará, Bella?

¡No te enamores!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora