Zero

494 62 9
                                    

Shawn bebía tranquilamente en su casa una lata del producto que ya conocemos. Miraba la tele y reía por las bromas pesadas que se presentaban en aquel programa.

El timbre de su puerta sonó haciendo que este se parara a abrir la puerta.
Y si, nada más y nada menos que Marisa,la chica del centro comercial afuera de su casa.

"Hola." Saludo." Oye solo quería pedirte disculpas por..." Marisa paro cuando se percató de la Coca que tenía Shawn en la mano. Ella se la quitó y derramó el líquido sobre un árbol que estaba en la entrada de la casa.
Shawn esta vez no se molestó tanto, al contrario, le dio algo de risa.

"Sabes ahora no soy el único que morirá." Dijo el mirando con lastima a la planta.

"Me voy." Dijo ella rendida.

Shawn la tomó de la mano y la jalo con fuerza, los dos pasaron dentro del hogar. Marisa miraba con delicadeza todos los objetos de la casa, ya que la mayor parte eran decoraciones con algo que tuviera que ver con esa sustancia oscura que tanto ella odiaba.

La Coca Cola ha estado con Shawn desde que era un pequeño niño, toda su familia la bebe y el no era la excepción. Shawn le tenía tanto amor a esa soda, le encantaba.

"Eres un adicto obsesionado." Ella dijo mientras caminaba hasta la cocina.

"Uh." Soltó Shawn."No te recomiendo entrar ahí." Señaló con su dedo.

Marisa lo ignoro y entro a esta sin preocupación. Y si, la cocina estaba llena de docenas de Coca Colas, de todos los tamaños, colores y sabores. Habían hasta tipos de Coca que ella ni siquiera conocía.

"Ew."

Coca-Cola S.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora