Ahí estaba Marisa, parada en la puerta de la casa de Shawn esperando a que abriera.
Llevaba consigo cuatro litros de agua natural."¿Hola?" El joven se dejó ver al abrir la puerta.
Marisa pasó como si estuviera en su hogar, sin ninguna vergüenza entro a la cocina y vertió el agua en dos vasos.
"Espera ¿qué...." Shawn estaba totalmente confundido por el hecho de que la chica entrara como si nada pasara.
"Purifícate." Hablo ella y le ofreció el vaso de agua.
Marisa se percató que Shawn no llevaba una lata de Coca Cola en la mano.